Las mujeres de María Luisa Bombal
- Con sólo dos novelas breves, Bombal se consagró entre los valores más sobresalientes de la narrativa latinoamericana del siglo XX.
- Mary Carmen Ambriz hablará de las mujeres que habitan en la obra de la autora chilena
- El martes 14 de octubre a las 19:00 horas en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, México DF.
Para Emmanuel Carballo, un
autor “raro” era aquél que, sin importar el género que practicara, al publicar
su primer libro ofrecía una obra madura e irrumpía en la escena literaria al
inaugurar y consolidar su creación con voz propia. María Luisa Bombal (Viña del
Mar, 1910-1980) fue una narradora de ese tipo. Dos novelas breves bastaron para
que se consagrara entre los valores más sobresalientes de la narrativa
latinoamericana del siglo XX: La última niebla(1935) y La
amortajada (1938).
Sus novelas fueron
significativas principalmente por un par de razones, explica la escritora Mary
Carmen Ambriz en entrevista: “Primero, porque aparecieron en un momento en que
el criollismo enfrentaba una evidente decadencia, y segundo, porque el ‘estilo
poético’, al que se refirió la crítica en esos años no era, en el fondo,
producto de repentinas innovaciones, sino de un vínculo naciente que relacionó
estos dos libros con una forma de novelar ya probada en la
literatura”.
Mary Carmen Ambriz,
especialista en la obra de María Luisa Bombal, ofrecerá una charla acerca de la
escritora chilena y de la parte femenina que explora su obra, como parte del
ciclo La sexualidad femenina, el martes 14 de octubre a las 19:00 horas
en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes. La entrada será
gratuita.
En el ciclo La
sexualidad femenina se plantea el lugar que ocupa la mujer dentro de la
literatura. Por ello, durante esta charla, Mary Carmen Ambriz hablará de las
mujeres que pueblan las historias de Bombal, quienes están siempre bajo la
mirada de una sociedad opresora, “sumamente conservadora, que no deja de juzgar
cada uno de sus actos. Se sienten atrapadas en un mundo que, en apariencia, no
está pensado para ellas, sino para los hombres”, acota.
Los personajes femeninos
de las novelas de Bombal parecen estar condenados, pues en ellas “está sembrada
la semilla de la insatisfacción” y no necesitan de otros para saber en qué
desembocará su futuro; pasarán su vida siendo hijas, esposas y madres, sin poder
expresar algo muy simple: “Esto quiero, esto deseo hacer con mi
vida”.
Otros temas que se
desdoblan entre las páginas que escribió la autora chilena son la subordinación
de la existencia de las mujeres, al no ser tomadas en cuenta; la soledad que
experimentan, a pesar de tener una pareja, y la inequidad de género, que es
parte de su vida cotidiana. “Sin embargo, a ellas solo les queda una herramienta
liberadora que las motiva a seguir su vida: el monólogo interior, la reflexión,
reconocer el cuerpo femenino y su propia voz a través de la
naturaleza”.
María Luisa Bombal |
María Luisa Bombal
representa el cuerpo femenino en sus novelas como receptáculo y agente de
placer. Ana María, protagonista de La amortajada, reflexiona: “Cierta
mañana, al abrir las celosías de mi cuarto reparé en que un millar de minúsculos
brotes, no más grandes que una cabeza de alfiler, apuntaban a la extremidad de
todas las cenicientas ramas del jardín. Era curioso; también mis dos pequeños
senos prendían, parecían desear florecer con la primavera”.
Fuera de toda visión
masculina, Mary Carmen Ambriz asegura que la protagonista de esta novela se
entrega al sopor y a los caprichos de su propio cuerpo, de cuyo entorno material
y natural obtiene un “gozo plácidamente sensual” hasta el momento en que aborta,
designado por la propia protagonista como “el río de sangre en que se disgregaba
esa carne tuya mezclada a la mía...”.
Experiencias de carácter
narcisista son las que viven las mujeres presentes en la obra de Bombal.
“Elaboran discursos en los cuales el placer erótico deviene en autonomía y
descubrimiento del propio cuerpo. En ese sentido, acaso marca una nueva
topografía del placer, del cuerpo de la mujer como objeto de seducción, y
refuerza la necesidad de la autoidentidad”.
Al tomar en cuenta lo
anterior, Mary Carmen Ambriz pregunta: “¿Cómo podían las mujeres gozar y tener
una placentera vida sexual si no les estaba permitido conocer y explorar su
propio cuerpo?”.
Juan Rulfo y María Luisa
Bombal, son autores de una obra corta, “pero sobresaliente en lo que se refiere
a profundidad”. La temática del autor de Pedro Páramo aborda el realismo
naturalista y a la vez consigue mostrar una atmósfera mágica, onírica, sombría.
“Esto lo relaciona de manera directa con la obra de Bombal. Entre el mexicano y
la chilena prevalecen múltiples afinidades textuales, se profundiza en el yo
individual, en espacios existenciales del ser humano; se enfatiza, por ejemplo,
en el tema de la soledad y la muerte”.
Ambos narradores fueron
fieles ejecutores del monólogo interior, explica Ambriz, y también hacen uso de
la simbiosis entre fantasía y realidad, además del juego verbal hecho metáfora
pura. Además, ambos eran seguidores de autores como Joyce, Faulkner, Kafka,
Woolf y Hamsun. “Los caminos de la prosa de María Luisa Bombal conducen a la
narrativa de Juan Rulfo y viceversa”.
Mary Carmen Ambriz agrega
que el escritor José Bianco, en el libro Ficción y reflexión (1988),
reconoce algo que literariamente estaba implícito, pero que nadie había puesto
por escrito: la influencia de Bombal en Juan Rulfo. José Bianco escribe:
“Conversando con un escritor mexicano de gran talento, menor que María Luisa,
menor que yo, y autor de una obra tan breve como admirable, me dijo, creo
recordar, que La amortajada era un libro que lo había impresionado mucho
en su juventud. Ese escritor es Juan Rulfo. Quizá en Pedro Páramo, la
novela de Juan Rulfo, podríamos discernir alguna influencia de La
amortajada”.
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