In-sufrido
fuego (1), flujos poéticos « subterráneos –urbanos » en la obra de Domingo de Ramos
Por Mario Wong, escritor peruano
Paris-Montmartre, 27/12/2016
« Porque
nadie ha tomado en serio mi soledad/de animal acorralado por el fuego/
(…) »
(D. de
R., « Escrito en soledad », de Arquitectura
del espanto)
« … y
rendido porque no hay esperanza ni enseñanza/en el azar ni en el amor/
(…) »
(« Kamanegra »,
de Ósmosis)
Integrantes de Kloaka |
En el inicio de una novela, El testamento de la tormenta, publicada
en 1998, escribí: « Escalera del infierno bajar en las noches por el jirón
Belén y el bulevar Quilca es descender al subsuelo-VISITE NUESTROS SUBTERRÁNEOS.
Profetas de la violencia; extremismo. Lucifer! Lucifer!, se ha metido en la
droga, se ha metido en el trago, Lucifer! El Frontón (300 muertos para erigir
la Jerusalém Celeste), Lurigancho, Santa Bárbara; posesiva de mí, no entiendes de contradicciones… Coche bomba! La
Berna y el bonzo (el enmudecimiento total, cuando vio en la pantalla de la TV,
que un monje budista, en el Vietnam, rociaba su cuerpo con gasolina y se
prendía fuego)…
Los poetas de Kloaka y gente del grupo Del
Pueblo, al costado del cine-teatro Colón, leían poemas, tocaban música rock y
repartían volantes. Palomeque, el ex-mozo de Las Vitaminas », se hallaba
parado en la puerta de un callejón, rata mojada bajo el cielo gris de Lima;
pastelero spídico, muerto con el último cigarrillo entre los labios –Si quieren matarme, mátenme! Le
dispararon a quemarropa… » (2).
Se trataba, pienso yo, de los efectos de la
vida misma, en la Lima de los 80s, de la « Vida artística » en sus
calles y bares, que como sostiene el escritor argentino Alan Pauls (en un
artículo sobre la obra de Roberto Bolaño) es: « …un principio de
inmanencia, una especie de campo informe antijerárquico, sin más allá, que lo
procesa todo -política, sexualidad, socialidad, territorio- y se define menos
por lo que son las cosas que por lo que pueden, menos por valores que por
potencias. »
Y es ahí donde aparecía, en ese entonces, toda
la vitalidad de los que pertenecían al movimiento Kloaka (Domingo de Ramos ha sido
uno de sus miembros fundadores), y me preguntaba hasta dónde eran capaces de ir,
cuál era el límite de su potencialidad. Pienso y lo puedo decir ahora, que en
este movimiento la pasión política y la estética (poética sería mejor) seguían
articuladas aún, quizás por última vez, en un modo de existir, en una
inmanencia vital (ahí están los manifiestos y las entrevistas).
Muy próximo e inspirado en otros movimientos
vanguardistas como el dadaismo, el surrealismo, el nadaismo, el infrarealismo,
etc., me pregunto si el movimimiento Kloaka (1982-84), ha sido una especie de
« neo-vanguardismo », de corte anarquista. La belleza en ellos se
expresaba como manifestación espontánea, en el instante, con imágenes poéticas
que rompían con la linealidad, « sin lógica, ni coherencia, ni
razón » (Proclama, « Vallejo es una pistola al cinto », 1984);
así Kloaka tomaba una cierta distancia con respecto al código
narrativo-coloquial, aún presente en la poesía latinoamericana (3).
Domingo de Ramos |
En la obra de Domingo de Ramos los flujos subterráneos,
con sus expresiones de violencia (intimamente vinculados a la degradación de la
vida urbana), corresponden a una poética que opera con el lenguaje de los
sectores populares marginalizados, y muy afin a los grupos juveniles
subterráneos de Lima, con imágenes alucinadas de una gran intensidad. Cuál es
el « yo-poético » que se expresa en esta poesía »? Debo señalar,
aquí, que esto se halla vinculado a la experiencia de la des-subjetivización.
Domingo de Ramos |
El acto de creación poética, y quizás todo
acto de palabra, supone algo como una des-subjetivización; los poetas, en la
tradición literaria occidental, siempre han dado el nombre de
« Musa » a esta des-subjetivización. Se trata de un
« yo-poético » que no es un yo, esto es un yo idéntico a si mismo; un
caracter que correspondería a una « persona » (y
« persona » desde la Odisea
quiere decir « nadie »); en ese sentido el « yo-poético »
es un « caracter » que no es el mismo. Él no es el mismo, no tiene identidad; él es todo y nada. El poeta es siempre otro, je est
un autre (Rimbaud), que él mismo. Keats decía que « él esta constantemente en el lugar
de otro cuerpo y tratando de rellenarlo » (4). Esta experiencia de
des-subjetivización lo hace que experimente, sin cesar, el alejamiento de si
mismo; es como residir en la alienación y en la inexistencia. El
« yo-lírico » marginal, o mejor subterráneo, es una especie de
« anti-héroe », que da cuenta de dicha « situación
anómala » de la modernidad o « postmodernidad » periférica.
La desesperanza, la derrota y el abatimiento,
en sus expresiones poéticas del deterioro urbano y del desgarramiento
concomitantes, caracterizan toda la obra de Domingo de Ramos; ahí aparecen los
amores baldados y la droga en un intento vano de traer el olvido, para expresar
que « No hay salida entonces.. . »; hay una suerte de
« realismo expresionista » en el combate agonista que libra el
« sujeto lírico», el « anti-héroe »; y, también, un cierto
« cultismo-paródico », dialogando con el coloquialismo, que recurre a
la ironía en un interregno entre lo épico y lo trágico de la existencia. El
lenguaje es prolífico, alucinado, convulso, oceánico, en versos libres que se
encadenan al ritmo de la voz poética que
martillea las palabras y organiza la síntaxis de los textos poéticos. Y, así,
la ciudad aparece -a lo largo de toda esta obra poética-, en sus flujos de
degradación, de sordidez y envilecimiento, como si de un río infernal (5) se
tratase. Termino señalando al lector que resulta paradigmático, para mí, en lo
que concierne a los flujos subterráneos urbanos (al « Apocalipsis now ») y a la
« transcodificación poética» (hay referencias cultas provenientes de
la mitología andina y de Occidente, bíblicas, historias de vampiros, y, también, de la pintura, la música, el
cine, la TV, el manga) de esta obra, el poema « Clímaco » (de Dorada Apokalipsis, Lima, 2009).
Notas:
(1) Domingo de Ramos, In-sufrido fuego. Poesía reunida (1988-2011),
Fondo Editorial del Congreso del Perú, Lima, 2014.
(2) Mario Wong, El testamento de la tormenta, Huerga & Fierro editores, Madrid,
1998.
(3) Ver Riccardo Badini, “Estética de la
degradación e imaginario urbano en la poética de Domingo de Ramos”, Ob. Cit., p. 85.
(4) « …
heis continually in for – and filling some other body…” (Ver
Giorgio Agamben, Auschwitz.L’archive et
le témoin, Éditions Payot e& Rivages, 2003, p. 122-125).
(5) R. Badini analiza el poema «Yo no soy un
gánsters », que él considera como paradigmático de la operación literaria
de transcodificación. (In : D.
de Ramos, Ob. Cit., p. 85-86)
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