Gustavo Osorio |
Gustavo
Osorio (Ciudad de Puebla, México, 1986). Cursó
la Licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica (2011) y la Maestría en
Literatura Mexicana (2014) en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
obteniendo en ambos mención Cum Laude. Actualmente cursa el Doctorado en
Literatura Hispanoamericana en la misma institución. Fue acreedor al premio de
la Facultad de Filosofía y Letras en el área de poesía en el año 2008. Ha
publicado algunos poemas en medios nacionales e internacionales, así como el poemario Bonapartes, editado por CONACULTA en
2012 y el libro Reinventar el lirismo
(compilador, junto con Alí Calderón) sobre teoría poética en Valparaíso
Ediciones (2015). Ha contribuido con traducciones de poesía francesa e inglesa,
entre las que destacan el libro Almuerzo
con Pancho Villa (Valparaíso, 2015) de Paul Muldoon y Vuelo y otros poemas de Kwame Dawes, de próxima aparición en Valparaíso
Ediciones. Es miembro del comité de redacción de la revista franco-marroquí Électron Libre y también ha publicado
ensayos críticos enfocados al análisis de la poesía desde la perspectiva de la
neoretórica y la teoría de la enunciación en diversos suplementos. Actualmente
reside en Puebla.
Poemas
de Gustavo Osorio
Del
libro Bonapartes
I
[NOMBRE]
Llamadme
con los nombres del miedo y la venganza,
con
las letras que truecan
la
dicha en muerte.
Llamadme.
Agotad
mi nombre en la voz
del
temeroso,
aquel
que en el azoro del pavor
repite
tres sílabas, ocho letras
y
en la circular cúspide de la “o”
alcanza
un nombre ya de nadie.
Pues
nadie se compara,
de
nadie la voz que me nombra,
ninguno
ha de atreverse.
Pues
todos ya conocen
la
furia en Napoleón.
II
[LINAJE]
Carezco
de un dios padre
y
de una madre compasiva.
Los
restos de los padres de mis
padres y sus ancestros
yacen
bajo la violenta tierra
de mi nacimiento.
No
cargo con un escudo de armas.
A
mi nombre puerta alguna ha de abrirse.
Mi
suerte
pertenecía
a los campos de Córcega,
al
amor de una campesina
y
al pastoreo de cabras.
Pero
ha de haber errado algún oráculo,
algo
debió cambiar
para
que me encontrara otro camino.
Y
mi sangre
-
la que nada vale y corre por corrientes venas –
será
real;
incluso
la derramaré para probarlo.
III
[PATRIA]
Soy
habitante del lugar ajeno,
mi
lengua madre es la del intruso.
Nacido
en una isla que pertenece al mar,
soy
el hijo de un cualquiera
y
de una patria sin alabanzas.
Pero
hoy avezo tierra firme
y
al desembarcar, cada paso,
cada
momento allende los quince años con que cargo,
se
ha de forjar un imperio en mi camino.
Marquen
este día;
a
partir de hoy soy mi patria,
el
extranjero será el mundo.
IV
[SUEÑO]
¿Quién
podría imaginar
que
un mero joven de provincia
podría
acaso haber soñado
alguna
tarde en las rocas de las
playas de Córcega
con
una inmensa revolución
que
cambiaría al mundo
e
incluso
que
podría cambiarlo a él?
Y
hoy,
¿quién
osaría recordarle
que
el vivir un sueño tan caro
se
paga con la vida?
Une tête sans mémoire est une place sans garnison.
[NAPOLEON]
VI
[Josefina]
No
sabría exactamente
el
preciso momento
o
el instante
en
que detuviste el giro natural
y
calló la música
y
el mundo nos abandonó
y
el tiempo llegó a importarnos
lo que el tiempo importa a las
rocas.
No
sé cuándo
pero
sé que fue veloz
como
un fuego avanzando en mi noche.
Y
fue preciso y eterno
como
un rayo en la memoria.
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