Pez / Poisson [1], N.Y., 9/ 11 (2001) , o del « cuerpo del
deseo » (fantasmal) en la poesía de Mariela Dreyfus
Por
Mario Wong
Escritor peruano
« Dis-moi où est
l’amour, si tu sais,
dis-mois vers où nager.
-Quand j’étais petite,
répond la femme,
J’aimais me regarder
dans une phrase brisée.
Ma grand-mère m’avait
appris à le faire.
Pour le temps du
malheur, disait-elle. C’est
pourquoi je te donne mes
mots. »(*)
Xavier Orville
…la pesadilla,/ aunque
cercana,/ Ha pasado sin apenas tocarnos.
Roberto Bolaño
Pez/Poisson |
De Memorias de Electra (1984), primer libro de Mariela Dreyfus, recuerdo estos versos: «(…)// Sólo nuestros cuerpos voraces y al centro mi memoria/ compitiendo como una máquina de pinbol/ súbitamente enloquecida.// Hemos cogido el instante/ y yacemos desnudos/ burdos semidioses.» (de « Poética ») ; y de un libro muy posterior, Placer fantasma (1993), he retenido las siguientes líneas, de la parte final, del poema «Este ruido no cesa»: « Entra en mi pesadilla../ En este ojo cíclope que todo lo deforma. / Como un perro que aúlla en la boca de un túnel/ o una ventana que arroja su música sobre la noche hambrienta.// Arden en mi pupila otra vez/ la inocencia convertida en cuchillo; la ternura/ en asfixia; el deseo en chacal.» Leyendo, ahora, Pez/ Poisson, libro bilingüe de la poeta, tengo la impresión (y no explico nada), que la fragmentación es parte de su experiencia poética en las últimas décadas; cito: « (…)// El gran río que arrastra entre su oleaje metáforas de vida a esta hora arrastra sin embargo/ dislocadas falanges vagos rostros rasgadas pantorrillas que por su lecho avanzan// Légamo tálamo limo: ¿qué se hará dime entonces el polvo de la tierra adónde volverá ? » (p. 56). El tono de la última línea, es sin duda, elliotíano[2] …, « actualizado », si podemos decir. Cito seguido, in extensius (léase la p. 42; las itálicas son de la poeta): « Ciudad metálica: como una madre de espaldas a la vida en tu interior se gesta una masacre./ El altísimo altar de sacrificio es de neón y plexiglás caben en él miriadas de seres esperando en/ la frente una señal.// Temo por tu consistencia. El horror de haber engendrado un niño-monstruo que anida en mí. Que tus/ ojos no puedan ver la luz…// Ciudad metálica: los cables han sido cortados las calles se cierran los coches se atascan en la boca del infierno.// (…) Se expresa poéticamente la experiencia de la maternidad, en tiempos del horror post 9/11 (2001), New York under terrorist attacks…
1.- « Matria », del gran río de la memoria
(poética) que frente al desastre…
Hanna Arendt, que vivió la
ascensión del nazismo al poder -en la Alemania de los 30s-, en su ensayo La condition de l’ homme moderne
sostiene que las nuevas generaciones, por el solo nacimiento de un infante,
abren el mundo a una experiencia inesperada; la cual no puede ser pensada en
los términos que regían a las anteriores que están marcadas por… ; cito: «(…)
Le nouveau a toujours contre lui les chances écrasantes des lois statistiques
et de leur probabilité qui, pratiquement dans les circonstances ordinaires,
équivaut à une certitude; le nouveau apparait donc toujours comme un miracle.
Le fait que l’homme est capable d’action signifie que de sa part on peut
s’attendre à l’innattendu, qu’il est en mesure d’accomplir c’est qui est
infiniment improbable. Et cela à son tour n’est possible que parce que chaque homme est unique, de
sorte qu’à chaque naissance quelque chose d’uniquement neuf arrive au monde.
Par rapport à ce quelqu’un qui est unique, on peut vraiment dire qu’il n’y
avait personne auparavant. Si l’action en tant que commencement correspond au
fait de la naissance, si elle est la condition de la condition humaine de
natalité, la parole correspond au fait de l’individualité, elle est
l’actualisation de la condition humaine de pluralité, qui est de vivre en être
distinct parmi des égaux » [3].
La poética de la memoria o la « memoria poética » puede ser, pienso, una de las líneas (interpretativas) de lectura de
Pez/ Poisson; al menos en esta parte,
de ahí que haya citado a la filósofa judía-alemana, Arendt. El desastre se
halla ahí presente y un nacimiento, una nueva vida (« matria »), que en el caso
de la poeta Dreyfus está ligada a la creación. Cito: ¿Adónde la palabra con su
mínima lengua su conciso latido invertebrado? Un gameto la letra un cigote/
incipiente un semiótico mar de balbuceos.// (…) (p. 30)
… La catástrofe dio inicio al
nuevo siglo (y al tercer milenio). Cito, seguido, Pez/ Poisson: «Avanzas en tu gestación y en la ciudad el peligro se
gesta/ Crece la vida en el noveno mes de este año impar en sus guarismos: cero
uno cero uno cero uno/ Y tú que eres nada el cero el huevecillo de pronto aúnas
células y huesos y te tejes/ En mi casa interior te tejes… » (p. 34).Vallejo de
los Heraldos y también de Trilce … ; y de la página 32, cito
completo el poema anterior:
«
Matria: mórbido crecimiento de tu morada azul.
Modelada
materia donde anida
lo
amniótico y carnal.
Vadeas
esa oleada de voces abriéndose a la tarde
y
plácido te mueves en mi mar íntimo y tibio.
Tu
minúscula imagen mimetiza
la
metálica urbe cual matrioshka:
allá
afuera está ella dentro yo
y aún
dentro de mí va tu figura
mi
muñeco mimado y somnoliento.
Madre
Manhattan: magnífica guarida multiforme.
Megamatriz
marina y musical.
Miríadas
de ritmos red de manos:
me
crezco en ti y en mí se multiplica el otro
cuando
mareada me miro en tu mercurio.
Mariela Dreyfus |
2.-
Del « corps du désir » en Pez/ Poisson,
o del fantasma de la…
Antes de entrar a lo que me interesa tratar -en
esta parte de este ensayo- quiero
señalar un aspecto « formal » en Pez/
Poisson. En uno de sus ensayos literarios Stephane Mallarmé sostenía que
todo es verso desde que escribimos: « … le vers est tout, dès qu’on écrit. »;
él va al extremo: «… que la forme
appelée vers est simplement elle-même la littérature; que vers il y a sitôt que
s’accentue la diction, rythme dès que style » [4].
Hago mención de esto para precisar que en
el poemario de Mariela Dreyfus hay textos que están más cercanos a la «
prosa » que al verso, estrictamente
hablando; la cuestión se resuelve, pienso (y aquí « sigo » a Mallarmé) en la
acentuación de la dicción, en el ritmo que está determinado por el estilo poético.
El escritor barcelonés E. Vila-Matas
sostenía que todo, en literatura (o arte)
puede transformarse muy fácilmente; no creo, me aventuro a sostener, que
se planteen grandes dificultades de convertir los textos en « prosa » a versos,
y a la inversa[5].
« Love is a shadow/ how you lie
and cry after it », versos de Sylvia Plath que cita Mariela Dreyfus en uno de
los últimos poemas de su libro Placer
fantasma (en la parte intitulada « El amor terco a todo »). Me pregunto, en
esta parte final, dónde se encuentra el « cuerpo del deseo » o el deseo
fantasmal en Pez/ Poisson, y aquí me refiero, lo preciso, a la creación poética
como sublimación, metafórica (imaginada)
de deseos y pulsiones; las pulsiones de destrucción (Eros & Tanatos…) se
hallan muy presentes en estos últimos tiempos de la Guerra del fin…, post 9/
11, que se inició con la (hagan memoria)…, y que no tiene cuando terminar!
Vuelvo al poemario del 93; cito los primeros versos del texto que precede el
epígrafe de la Plath: « Dame el abismo que nace de tu perfil de piedra que
horada/ la noche y corta mi respiración/ Un cuchillo torcido un hacha de lumbre/ Contigo dolor y deseo se…
» [6].
… Es frente a la destrucción
que se « impone » la vida del nouveau née (infante); en un puro acto de amor de
la madre que crece en la ciudad, en su miríada de ritmos y en la red de manos,
y que hace posible que en ella se multiplique l’autre. De Pez/Poisson cito seguido: « Asoman por un canal metálico y angosto.
Es una procesión de famélicos peces que a falta de vigor casi/ se arrastran,
como arañando en un mar vacío. Mi hijo cierra la marcha y sonríe. De pronto se
distingue un/ elevado resplandor violeta, inmensa nube de humo presagiando.
Tosen y se atosigan los minúsculos peces; el agua del canal presta se tiñe. (…)
Aspiro el aire que me queda,/ me lo trago: luego se lo entrego boca a boca a mi
hijo, esperando que el beso le… » Pero el « fantasma » de la destrucción, de la
fragmentación, se halla presente: « No lo asfixia el humo más mi exceso;
estalla por exceso de amor a mi costado. El oscuro canal ahora arrastra/ partículas del pez que era mi hijo. Voy
contando jirones uno a uno… » (p. 38).
… La ciudad metálica, « boca
del infierno », como en los días más altos del verano ardía; pero, el niño, en
el vientre de la madre continuaba gestándose. Cito seguido:
« Ésta es la música del balbuceo: un sonido
que se instala primigenio y virtual sobre las cosas. En la cueva uterina te
deslizas con un ritmo de sístole de diástole… (p. 40).
« A ciegas viajas entre venas y vísceras.
Cada miembro te roza con su propia lumínica coloración: higado bermillón
riñones blanquiazul… (p. 42).
« ¿Qué olor qué nombre qué gesto? Indago
sobre ti, que creces en mí, inmisericorde. Ágil molusco microscópico anfibio
delgado pez de… » (p. 44).
En la ciudad metálica, la corriente
del estigio (…un Styx; de la Traducc., p. 47) río entregaba, por la mañana, la
estadística que les traía la muerte… Y finalizo este texto, ya bastante largo,
citando en francés, entièrement, uno de los últimos poemas de Pez/ Poisson:
«
Qu’adviendra-t-il des enfants de l’incendie enfants du masque à oxygène ?
Contre
le ciel violacée leurs silhouettes découpées ou disloquées dans le temps :
Ils
fuient furieux l’instinct de mort qui les assiège le doute qui rôde l’aube
profonde qui les projette en denses particules sur l’air
Lasanges
étoiles cercles : ovales qui s’installent là où furent les lèvres les ligaments
et un zigzag en plexus
Perspective
de l’enfant qui se brise l’enfant qui ne naît pas le non-né en absence » [7].
… añado, yo, sólo: masque à
oxygène, « masque à gaz », ciel violacée, « cielos violados »…, una realidad
terrible, una catástrofe que no…
París-Montmartre, 7 de
agosto del 2019
(*) « Dime dónde se encuentra el amor, si tú lo sabes,
dime hacia dónde nado.
-Cuando yo era pequeña, responde la mujer
Amaba mirarme en una frase rota.
Mi abuela me enseñó a hacerlo.
Para el tiempo de desgracia, decía ella. Es
por eso que te doy mis palabras. » (X. Orville, La tapisserie du temps présent, Paris, Éds. Bernard Grasset, 1979, novela, pp. 59-60; la Traducc. es mía).
dime hacia dónde nado.
-Cuando yo era pequeña, responde la mujer
Amaba mirarme en una frase rota.
Mi abuela me enseñó a hacerlo.
Para el tiempo de desgracia, decía ella. Es
por eso que te doy mis palabras. » (X. Orville, La tapisserie du temps présent, Paris, Éds. Bernard Grasset, 1979, novela, pp. 59-60; la Traducc. es mía).
[1]
Mariela Dreyfus, Pez/ Poisson,
Nantes, Éds. Du Petit Véhicule, Mai 2019; (Ed. bilingüe: Traducteur collectif
de la Faculté de Traducc. Et d’Interprétation
de la Univ. De Grenade; Photographies de Jorge Ochoa; la edición en
español es del 2005).
[2]
En
lo que respecta a T.S. Eliot, léase La
tierra baldía.
[3]
«
… lo nuevo tiene siempre contra él los favores aplastantes de las leyes
estadísticas y de sus probabilidades que, prácticamente en las circunstancias
ordinarias, equivale a una certeza; lo nuevo aparece entonces siempre como un
milagro. El hecho de que el hombre es capaz de acción significa que, de su
parte, puede esperarse lo inesperado; que él tiene la capacidad de realizar lo
que es infinitamente improbable. Y ello, cuando ocurre, no es posible que
debido a que cada hombre es único, de suerte que en cada nacimiento algo
únicamente nuevo ocurre en el mundo. En relación a ese algo que es único,
podemos verdaderamente decir que no había nadie antes. Si la acción en tanto
inicio corresponde al hecho del nacimiento, si ella es la condición de la
condición humana de la natalidad, la palabra corresponde al hecho de la
individualidad, ella es la actualización de la condición humana de pluralidad,
que es vivir como ser distinto entre iguales. » Véase H. Arendt, La condition
de l’homme moderne, Paris, Éds. Calmann-Levi, 1961 et 1983, pp. 234-235 (la
traducc. y las itálicas son mías).
[4]
S.
Mallarmé « Le mystère dans les lettres » (1896), Œuvres complètes, Éds. Gallimard, 1945, Bibliothèque de la Pléiade,
p. 361.
[5]
La problemática es otra (en lo que se refiere
a la poesía y la prosa ), y se trata de cuestiones, fundamentales, que plantea
la poesía, « le courage de la poèsie »; se han formulado con respecto a la
poesía de Hölderlin (de su « periodo francés », en la ciudad de Burdeos; la
primera versión de uno de sus poemas hace mención a la belleza de las mujeres
morenas y al vino, si mal no recuerdo; y se titula Dichtermut: « Courage du
poète » ); todo eso ha suscitado una intensa reflexión del filósofo francés Philippe
Lacoue-Labarthe, fallecido recientemente -en su libro Heidegger. La politique du poème (Paris, Éds. Galilée, 2002, pp.
130-155)-, sobre la lectura chovinista (« Ur-faciste », diría U. Eco) que
hiciera Heidegger, en los comienzos de los 30s (en plena etapa de la ascensión
de Hitler al poder en Alemania), y la
lectura que hizo W. Benjamin, en su ensayo intitulado « Deux poèmes de
Friedrich Hölderlin », escrito durante el invierno de 1914-1915 (y que
permaneciese inédito hasta el año 1955; se trata en realidad de tres
versiones).
[6]
M.
Dreyfus, Placer fantasma, Lima,
Centro Cultural Peruano Japonés, 1993 (del poema « Dame el abismo que nace de
tu perfil… », p. 51).
[7]
Ob.
Cit., p. 49. Señalo que excepto en algunas alteraciones textuales, mías, en
este ensayo, las itálicas provienen de la poeta. Cito la versión original del
poema: « ¿Qué será de los niños del estruendo los niños del incendio los niños
de la máscara de oxigeno ?/ Contra el cielo violáceo sus figuras recortadas o
rotas en el tiempo:/ Huyen enfurecidos del instinto mortal que los circunda de
la duda que ronda del hondo amanecer que los arroja/ en partículas densas sobre
el aire/ Rombos estrellas círculos: óvalos que se asientan donde fueron los
labios ondas los ligamentos y un zigzag en/ el plexo/ Perspectiva del hijo que
se quiebra del hijo que no nace del nonato en ausencia » (p. 48)
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