Más allá de las apariencias, o del abstracionismo
« mítico-expresionista » (El
Dorado) en la pintura (*) del artista colombiano Franco
Por Mario Wong
Escritor peruano
« L’origine ne désigne pas le devenir de ce qui est né mais bien
ce qui est en train de naître dans le devenir et le déclin. L’origine est un
tourbillon dans le fleuve du devenir et elle entraîne dans son rythme la
matière de ce qui est en train d’apparaître. (…) »
Walter Benjamin
A Miguel
Rodríguez Liñán y a Tito Diez
La pintura
« matérica-abstracta » (y hago uso del oximoron; pinta sobre yute y
utiliza diversas materias: arena, vidrio…, restos metálicos, óxidos… ; y
la abstracción…, ¿ expresionista ?) de Franco es una explosión de múltiples colores -en sus series « El
Dorado », « Senderos » y
« Atmósferas »-, que bien podría hallarse emparentada con la
« abstracta-expresionista », onirista-mítica, de un Jacson Pollock (1).
La encuentro de repente, yo, en el jardín de los senderos que se bifurcan
(Borges) del arte contemporáneo, en esta
segunda exposición en la galería Mona Lisa, en sus nutrientes míticas
precolombinas y en ese lenguaje, personal, del mundo de los sueños como una
impugnación frente a una modernidad, un progreso, que ya « tocó techo ».
… Así, su arte
subvierte el espacio de la representación, y « manifiesta » (expresa)
la destrucción de los diversos eco-sistemas del planeta Tierra; los
« espectros » de la destrucción (los he visto en…), como si se
tratase de una historia, pictórica, universal de la infamia, se hallan ahí
presentes en sus cuadros. Son rostros fantasmáticos que nos sorprenden; es como
si el caos fuese el motivo de su arte, y Franco recorriese el terreno de las
representaciones indígenas (de sus geometrías, laberintos y senderos… ;
véase su serie « El Dorado »), como si estuviese en búsqueda de una
« salida » a la locura…, a la entropía y anomia social del
capitalismo globalizado. He visto lo que he visto…, hay cosas que no recuerdo y sin embargo… (D.C.)
Las imágenes no son
el substrato de « nada sólido» (…léase L’art
à l’état gazeux, de Yves Michaud); el espectador no puede
« estabilizar » las imágenes para « fijarlas » mejor en una « visión retiniana » (M.
Duchamp, y su crítica del art rétinien…, del « fin del arte »
o de lo estético vilipendiado… ; del repudio de lo bello y del triunfo de
la fealdad y de la nada, o de lo insignificante y la « copia » (W.B.)
en el arte contemporáneo), de esencias inmóviles (como si fuese una mariposa,
que no es posible describirla sino cuando ella se halla con las alas abiertas,
en una vitrina, atravesada por un alfiler… ; pero, ¿cómo describir una
mariposa batiendo sus alas en pleno vuelo?); las imágenes, en los cuadros de
Franco, en esas explosiones múltiples del color, tienen, lo repito (me repito…)
algo de espectrales, como si oscilasen en distintos tiempos y espacios... Bien podría aplicárseles la expresión wiggensteiniana
de « verlas » una vez como tal cosa y, otra vez como tal otra… (2);
son las capas, bien trabajadas, de lo matérico de sus pinturas, que hace que
sus « superficies » creen ese efecto… ; los elementos utilizados
dan a su pintura textura y volumen y trasmiten, con el uso de otros recursos
técnicos, también velocidad y movimiento.
(*) Galerie Mona
Lisa, 32 rue de Varenne, 7ème Arr., Paris; exposición de noviembre. Incluye
pinturas de tres series: « El Dorado », « Senderos » y
« Atmósferas »; y también algunas esculturas de su exposición
anterior (mes de julio) : « Seres ».
París-Montmartre, 7 de noviembre del 2019.
Notas :
(1)
Más no creo que sea la misma técnica, action
painting, que inventase el pintor norteamericano…, que descartaba el uso
del caballete y practicamente del pincel (usaba directamente el chisguete, la
espátula y otros medios…, para verter y salpicar, chorrear, gotear…) y que implicaba -pintaba con la tela extendida
sobre el suelo-, la involucración completa de la mente y el cuerpo del artista (esto
último literalmente, ahí están las fotos), como si fuese un ritual chamánico, en
la obra…, que adquiere el dinamismo que caracteriza el estilo de este gran artista.
(2)Cito
in extensius: «(…) Que l’image soit
instable, cela signifie qu’elle voue notre langage lui-même –qu’il s’agisse
d’interpréter ou même, seulement, de décrire ce que nous voyons – à
l’oscillation des temps et des aspects. Si l’image n’est le substrat de rien de
solide, mais un simple, jamais simple en réalité, passage des aspects, alors le langage qui tente d’en consigner
l’expérience ne saurait être lui-même
qu’un passage des temps
dont l’expression wittgensteinienne
« voir (l’image) une fois comme telle chose, une autre fois comme telle
autre chose » (einmal als das
eine,einmals als das andere Ding
sehen) donnerait probablement la formule de base. Ce n’est pas un hasard,
d’ailleurs, si la théorie des aspects,
dans la linguistique de… » (Véase Didi-Huberman, Essayer voir, Paris, Les éditions de Minuit, 2014, pp. 63-64).
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