Hace 20 años se llevó a cabo un congreso internacional de narrativa peruana (1980-2005) que en cierta medida posibilitó, con importantes repercusiones, un amplio debate sobre las diferentes literaturas peruanas. A día de hoy, 20 años después, Ómnibus ha querido homenajear, analizar y actualizar la evolución de la narrativa peruana, a través de la colaboración de prestigiosos especialistas peruanos y españoles en la materia.
Este número ha sido coordinado por el escritor hispano-peruano Mario Suárez Simich y por la directora de Ómnibus, M. Ángeles Vázquez.
Si una intrusiva mosca husmea insistente el lugar donde usted lee este libro, si la lámpara que ilumina las páginas centellea, si un gato gris de ojos rojos se acerca, o el perro gime inquieto, no se distraiga, siga leyendo, simplemente los lémures que rondan cada capítulo están inquietos, saben que un intruso de buena fe, se propone penetrar en sus aposentos.
No se preocupe que los espíritus mientras usted se limite a seguir con devoción sus movimientos y acciones, son inofensivos, respetan sus espacios, permanecen inadvertidos porque ellos son los muertos, nuestros muertos, y a los muertos hay que venerarlos, no invocarlos, inmortalizarlos y honrarlos para que su entorno, que es el más allá, no se confunda con los recodos de la vida.
Esta novela construida magistralmente, no sólo transcribe la experiencia de una familia que desafía ingenuamente el poder sobrenatural de los espíritus, sino que en esa osada aventura choca abrupta y enigmáticamente con la presencia paranormal de sus seres queridos que llevan años inmersos en el gigantesco inventario de la muerte. Nunca imaginaron que esa noche marcara con tanto acento, y para siempre sus vidas.
Ya ha salido nuestro número
76 de la revista Ómnibus con
artículos sobre Literatura, Arte, Reseñas y
Novedades, Cine y Creación. Esperamos que disfrutéis de su lectura.
Gracias a nuestros
colaboradores y lectores por acompañarnos en este viaje cultural durante esta
larga trayectoria de la revista.
Ya ha salido nuestro número 75 de la revista Ómnibus
con artículos sobre Literatura y Lengua, Reseñas y Novedades, Cine y Creación.
Esperamos que disfrutéis de su lectura.
Gracias a nuestros
colaboradores y lectores por acompañarnos en este viaje cultural durante estos
20 años de vida de la revista.
Reseña a
L'impiegato e i quarantaquattro gatti (di cui un intruso)
Por Rita Bompadre - Centro de Lectura “Arturo
Piatti” https://www.facebook.com/centroletturaarturopiatti/
L'impiegato
e i quarantaquattro gatti (di cui un intruso)de Marco Gnemmi (Eretica
Edizioni, 2024 págs. 140 € 17,00) se inspira en una visión muy personal e
inquietante del mundo en la que los matices de la fragilidad humana contiene la
inexorable y sagaz conciencia del caos existencial. La serie de historias,
aparentemente y estilísticamente desconectadas, pero unidas por el mismo
destino de investigación innovador e inconexo en lenguaje y contenido, subraya
el carácter ingenioso e intrigante de la obra. Marco Gnemmi aborda las páginas
de su biografía mezclando hábilmente actualidad y fantasía, concentrando la
sugerencia explicativa de la experiencia, en equilibrio entre la inquietud y la
vida provinciana, iluminando el aspecto significativo de las emociones,
finalizando el desequilibrio interno y el sentimiento de inseguridad en el
proceso. liberador de la creatividad. El autor, en sus relatos singulares y
desorientadores, asiste a la paradójica y tragicómica metamorfosis de las
palabras, destaca, a través del disimulo conflictivo de la naturaleza humana,
la entidad irritante y antipática de los personajes que animan un universo
irracional y grotesco. El libro introduce, en el lugar versátil de la distopía
profética, una inversión de las historias, animada por una vivacidad irónica y
mordaz, muestra la cualidad de la burla y la burla, hacia cada historia dura y
mordaz, alberga la intención alegórica y alusiva del ser humano. comportamiento
en el juego cruel y burlón del cinismo, en la cautivadora dirección comunicativa
de pensamientos y sensaciones. Marco Gnemmi presenta el astuto origen
humorístico como medida de todas las cosas, utiliza la herramienta
interpretativa del sinsentido para invertir la rigurosa exactitud formal y
compensar, en la afirmación caricaturesca del absurdo, el disfraz satírico de
la orientación literaria, describe el desorden ilusorio y la coacción objetiva
del mundo, identifica la falta de escrúpulos y la satisfacción de una escritura
inteligente y atractiva. Plantea la representación cruel y fatal de una
narrativa cruda y descarada en torno a la respuesta moral exasperada y
amargada, ilustra la investigación psíquica de las relaciones, orquesta, en el
uso indistinto de figuras retóricas, conjeturas de identificación con acciones
humanas, atributos a la materia inanimada. y el componente mitopoético y
simbólico de representar los elementos como encarnación de los sentimientos del
hombre es abstracto. Los escritos de Marco Gnemmi abordan a los lectores el
impacto emocional de cada pasaje narrativo con evidente excentricidad y
extravagancia, amplifican la autenticidad de la normalidad en la costumbre de
un empleado de banco que lucha con el espíritu ansioso de aprender sobre la
exuberante y entusiasta naturaleza humana. La lectura de Marco Gnemmi suscita
reacciones contrastantes, revela la interioridad antropológica y filosófica del
contexto reflexivo, demuestra el signo distintivo e inquietante de las
percepciones accidentales, concilia la grieta lingüística en la falta de
armonía intencional del fundamento revelador de todo drama espantoso. Despierta
la inesperada inmediatez de la perturbación, en la incredulidad y el
desconcierto vital, aligera, en la indecorosa perturbación de las noticias
desestructuradas, la libertad de escribir.
“Un buen libro es
un compañero que nos hace pasar momentos felices”(Giacomo Leopardi). El título,
contenido en el libro Amore che viene e che va... de Cesare Verlucca y
Giorgio Cortese (Hever Edizioni, 2023 pp. 104 15,00 €) ya contiene el sentido
poético de la vocación de quien escribe y edita para acompañar a los lectores
en el éxito intrigante y emocionante de una trama auténtica y en la implicación
de una historia de aventuras. El libro escrito por Cesare Verlucca y Giorgio
Cortese abraza apasionadamente el destino de un gran amor, contado a través de
las intersecciones impredecibles y fascinantes que unen las vidas de los dos
protagonistas Grazia y Angelo. Los autores describen el romanticismo de un
sentimiento, nacido en Calabria y encontrado inesperadamente en Ivrea, que
distingue la inspiración fabulosa y sorprendente del destino, la magia
irresistible de los encuentros, la combinación abrumadora e impetuosa del
tiempo, hipotecado entre el compromiso no resuelto de el pasado y el testimonio
suspendido del presente. La gran historia de amor despliega su fuerza en la
disposición y determinación de la naturaleza de los personajes, inmersos en la
exploración del coraje y en la confianza inquebrantable en la esperanza,
evoluciona el ardor tenaz en lealtad incondicional, nutre, contra la elusividad
de los acontecimientos y la inconstancia de las emociones. las oscilaciones,
los acuerdos afortunados del inextinguible renacer del amor y del deseo,
persigue la impalpable y delicada percepción del mundo de los afectos y de las
emociones, en la seductora y sugerente ética de la finalidad humana. A pesar de
la insidiosa maraña de adversidades, de lo inesperado de las vicisitudes, de
las perspectivas fortuitas de escapadas, la experiencia de Grazia y Angelo
demuestra la posibilidad de cultivar la voluntad, recuperar el conocimiento de
la propia existencia, redimir para el bien la voluntad mutua, superar lo
incontrolable. y elemento perturbador de los acontecimientos dolorosos y del
sufrimiento, afrontar las pruebas de la vida cultivando en cada enseñanza
profunda y esencial el pensamiento de la libertad interior, la sensibilidad y
la intuición integral. Los autores guían el viaje de los protagonistas a través
de maravillosos paisajes de lugares y ambientes narrados con gran atención
estética y características precisas, junto con la evocadora llamada de la
historia desde los Alpes hasta la Sila, el hechizante aliento de las
tradiciones, la inmensidad de la naturaleza y la incomparable espectacularidad
de los paisajes trazados. Cesare Verlucca y Giorgio Cortese ilustran con
maestría resuelta e incisiva el arte pintoresco de la historia, mostrando la
afinidad emocional de una historia que ofrece al lector la revelación, llena de
suspense, de un viaje increíble, en los inquietantes acontecimientos envueltos
en un halo criminal de hechos, en el asalto de un pasado que resurge de la
superficie oculta y exige un ajuste de cuentas. Interpretan, en las formas
contundentes y persuasivas de la escritura, la gradación impulsiva y apasionada
de la novela convincente, en las magníficas pinceladas de los giros
argumentales, en los vertiginosos giros de una trama que mantiene
constantemente vivo y vivo el interés. sorprende por su atractiva identidad,
por la cautivadora fiabilidad del recurso literario. El libro expone la
indicación de un código afectivo que encuentra en su razón de ser el noble
motivo de resistir los episodios desagradables de la vida, salvando la pureza
del alma de contextos atormentados y contaminados para coronar el sueño de una
afirmación, custodiada en el corazón de una época feliz.
Notas biográficas:
Cesare Verlucca, noventa y seis años, casi un siglo, vivió siempre a la sombra de
un entusiasmo que no tenía en cuenta la edad ni las dificultades. Una secuencia
de estudios individuales y una serie de actividades diferenciadas: veinte años
estimulantes en Olivetti, por Italia, Europa, Oriente Medio; luego medio siglo
de fusionar y gestionar editoriales. Encuentros a todos los niveles: con papas
y príncipes, escritores, fotógrafos y diversas humanidades. Una vida social
siempre muy activa, para organizar eventos, montar grupos, fundar empresas, en
ámbitos dispares; todo a menudo sólo por el placer de crear nuevas
oportunidades. Y aún no ha decidido qué hará cuando sea mayor.
Giorgio Cortese, originario de Cuorgnè, vive en Favria desde 1985. Actualmente
felizmente jubilado del INPS, tiene una trayectoria laboral como banquero y
administrador municipal. Donante de sangre y miembro del grupo local Alpini Pro
Loco y del Comité Madonna della Neve de Favria, le encanta caminar, leer y
escribir pequeños pensamientos o cuentos para publicar en los periódicos o
revistas de historia locales. Dispuesto a escribir, pero reacio a escribir una
novela: ésta nació por casualidad y como un juego con su amigo Cesare. Le
encanta investigar la historia local y una pasión genuina lo guía en su
compromiso con su comunidad, a la que está profundamente apegado.
Reseña a Tra Valchiusella e Messico in giro per l'Olivetti de Meuccio Bertarione
Por Rita
Bompadre - Centro de Lectura “Arturo Piatti”
https://www.facebook.com/centroletturaarturopiatti/
Tra
Valchiusella e Messico in giro per l'Olivettide Meuccio Bertarione (Hever
Edizioni 2023 pp. 116 20,00 €) es la sensacional y aventurera narración del
tema poético del viaje, entendido como metáfora de la vida, en busca del vagar
fortuito e insólito en la lealtad emocional de afectos fraternos y duraderos.
El protagonista recuerda la promesa que hizo cuando era niño, cuando su familia
recibe una carta con la noticia de la desaparición de su tío Pietro en México.
El compromiso sincero y sentido de traer los restos mortales a la ciudad de
Vico, en Valchiusella, es el motivo convincente de una trama que se inspira
sentimentalmente en el valor romántico, potencia la cualidad iniciática de la
afirmación existencial y el descubrimiento dinámico de en cualquier otro lugar,
se encuentra en los testimonios de la abrumadora biografía. El libro,
magníficamente acompañado de magníficas imágenes de época e interesantes
ilustraciones temáticas, pinta el marco conmovedor y conmovedor de la historia,
recorre el destino inexplorado en la dirección temporal de cuatro viajes, todos
ellos impulsados por la necesidad de traducir el informe fiable de los
descubrimientos unidos. por los vínculos, por el deseo de conocer y conocer el
testamento documental del familiar desaparecido. Meuccio Bertarione alimenta su
espíritu de observación a través del apasionado deambular de una historia con
implicaciones inesperadas y sorprendentes, encanta al lector con un relato
apasionante y refleja, en un estilo lineal y simple, la vocación de
internalizar el itinerario privado, de medir el estímulo de la función
narrativa y controlar el espacio de la experiencia ancestral, proyectando la
perspectiva milagrosa y excepcional del sentimiento en el transcurrir sin
límites de la investigación familiar. El autor preserva la nostalgia de las
emociones con reserva y ternura, reconstruye el viaje de la memoria con la
recuperación ancestral de acontecimientos fundamentales y cruces decisivos
sobre el sentido de pertenencia, cuida el detalle valiente y emprendedor de
cada frontera del mundo para descubrir lugares de identidad. El libro amplía la
monografía relacional del tío con la combinación de otras historias, estudios y
trayectoria en la empresa Olivetti, señala los episodios caracterizados por las
impredecibles incursiones de la vida, las sugerencias apasionadas de
inspiraciones directas en todo el mundo, dedica a la secuencia indicativa de
los fotografía la intensidad emocional de la belleza, absorbe el impacto
instintivo en las palabras de esperanza, en la participación de todas las
persuasiones adheridas a la historia. La exposición autobiográfica contiene el
tiempo acariciante de los recuerdos desde los años 1940 hasta 2001. Meuccio
Bertarione recorre las etapas de una posibilidad segura en la emigración, en la
seductora inversión de un sueño, en buscar fortuna, en escapar de la limitación
de la pobreza, en integrar el orgullo. y respetabilidad de un camino
desarrollado hacia la solidez y la comodidad del éxito. El papel altruista de
Olivetti contribuye, en la inolvidable historia, a la solidaridad noble y
humana, a la disponibilidad de la generosidad caritativa y a la consecución de
la feliz conclusión. El libro concentra el aroma de la determinación, en las
páginas impregnadas de temeridad y gran fuerza de espíritu, contiene el
compartir cálido y amoroso por la familia haciendo al lector cómplice de una
encantadora espiral de armonía, aventura, drama y alegría, representa el
Itinerario de una formación humana sustentada en la intensidad del amor más allá
de expectativas, dolores y satisfacciones.
“Navegaba un barco cargado de pasajeros y de
sus sueños. Tocando costas de todo el mundo y acariciando inmensas extensiones
de agua, el crucero cumplió todos los deseos. Los pasajeros y la tripulación
del crucero embarcaron, cada uno con su propia historia. Es uno de ellos del
que queremos hablarles.”Así comienza La crociera Giramondo Una sorpresa a
bordo de Marzia Sottero (Hever Edizioni, 2023 págs. 136 18,00 €) con
dibujos de Cristina Bo. La nueva aventura literaria de Marzia Sottero viaja a
bordo de una historia apasionante y sorprendente que debe leerse con ojos de
asombro y entusiasmo, y saborearse con el apasionante gusto por las empresas
formidables. El autor da el encanto narrativo de lo inesperado a través del
tormentoso y picaresco entrelazamiento de acontecimientos abrumadores, describe
la espontaneidad de emprendimientos excepcionales, añade el efectivo detalle de
las ingeniosas vicisitudes en la brillante, inteligente y pedagógica impronta
lingüística, en la atractiva y entretenida formación. de lectores jóvenes.
Navega por el universo evocador de exploraciones asombrosas para enriquecer la
sensibilidad de los itinerarios humanos, para comprender el valor ejemplar de
las travesías auspiciosas, para salvaguardar el tiempo afortunado de los deseos
y los sueños. Marzia Sottero confirma la sugestiva importancia de la aventura
como elemento precioso y necesario de su universo encantador, ilustra la
geografía didáctica de los horizontes de cada cuento de hadas, motivando a
abrazar la naturaleza de la función pedagógica de sus personajes, todos
animados por el espíritu del conocimiento y de realización. Destaca la
curiosidad de la exploración en un territorio imaginario, renueva la
inclinación expresiva hacia la calidad de vida lúdica y novelesca, desarrolla
la enseñanza universal de la dinámica viva y colorida de las imágenes que
captan el intrigante comentario de la historia, representa la parábola
fantástica. del potencial convincente del personaje de cada personaje. La
escritura de Marzia Sottero destaca el vínculo cognitivo, emocional y
tranquilizador de la fantasía, esencial para comprender su auténtico talento en
la ficción ilustrada, para realzar la prodigiosa y extravagante historia en su
extraña e inesperada completitud. El cuento de hadas de Marzia Sottero atrae y
fomenta el impulso hacia la apertura hacia los demás y sus significados,
estimula la extraordinaria visión inventiva y el impulso vital en el recurso
formativo de la particularidad interpretativa, expone la cualidad demostrativa
de los sentimientos, el compartir y la 'amistad'. Busca el ideal valiente e
irresistiblemente temerario en el espíritu recreativo para capturar la
perspectiva intrigante, para profundizar en el mundo en su trabajo de rescate. La
crociera Giramondo Una sorpresa a bordo habla del Capitán Toldo que quiere
transformar su barco en un fascinante crucero Giramondo y con una voluntad
ambiciosa trae consigo una tripulación cualificada, capaz de seguir su
grandioso itinerario. Ellos son Checo, la morsa Nostromo, Olso, el sobrecargo
del barco, el oso polar, Trifola Masterchef, Corallina la ayudante del barco,
Pepito Guacamole, el manitas y otros curiosos y originales protagonistas. De
repente aparece en escena Pinguetta, como una sorpresa a bordo, un pingüino se
coló en el barco que acompaña temerarios acontecimientos, provocando estragos y
alegría exuberante, en el carrusel de lo imprevisible, es testigo de un caso
sospechoso que desata sensacionales investigaciones y sensacionales
descubrimientos. , pero que realiza la belleza de la esperanza y del bien, por
los caminos del corazón.
Una storia di carta Vita di un
editore de
Cesare Verlucca (Hever Edizioni, 2017 € 20,00) celebra la vida del editor
Cesare Verlucca con refinada y culta discreción, confirmando su generosidad a
la hora de difundir el arte de la narración en todos sus matices, gracias a la
talentosa curiosidad intelectual de un hombre que participó con gran vitalidad
y espíritu de libertad en la publicación de muchos libros originales. Cesare
Verlucca sigue su itinerario biográfico desde el principio, revive episodios conmovedores
sumergidos en la luz y la delicada nostalgia de quienes supieron cultivar sus
sueños y defender sus inspiraciones, recuerda acontecimientos insólitos y
originales descritos con un dominio magistral y fluido de sus orígenes,
promueve el valiente dicho proverbial de nunca darse por vencido y rendirse
según la medida y el criterio de todas las cosas en la vida. El camino de
Cesare Verlucca discurre por destinos románticos y sentimentales, cruzándose
siempre con el deseo de perseguir un nuevo estímulo a alcanzar para seguir
cultivando la pasión y el impulso hacia cada nueva posibilidad. El libro
subraya la cautivadora embriaguez de Cesare, esboza el destino intrigante de
una experiencia, llena de encuentros sorprendentes y de relaciones
impredecibles, resume la confianza luminosa de las numerosas actividades, en la
progresión de la cronología sensible de la memoria, en el destino mágico de
cada lugar de alma en la que se unen determinación, tenacidad y determinación.
El autor ilustra el manifiesto clarividente de una responsabilidad brillante y
profética en la voluntad de querer y actuar dentro de cada objetivo, con la
valiente conciencia de que todo camino comienza con el primer paso. Cesare
Verlucca es el emblema creativo de una personalidad preciosa, recogida entre
páginas vibrantes, intensas y conmovedoras, retrata el retrato magnífico y
auténtico a través del refinamiento descriptivo de su propia vivacidad, es un
eficaz maestro de la expresividad. Entrega al libro la crónica emocional
persuasiva y apasionante, expone un relato detallado de las vicisitudes humanas
con el poder apasionante y carismático de las palabras, inclinadas por los
encantadores bancos de la memoria. En su memorable historia, Cesare Verlucca
atraviesa la desesperación de la carencia, los presentimientos de las
dificultades, experimenta un dolor profundo y un sufrimiento ardiente, conserva
la melancolía del arrepentimiento, presenta el regalo de una naturaleza
indeleble, se convierte en un punto de referencia reconocible. en la permanencia
de su voluntad muy activa de comprender el valor de la humanidad, de enriquecer
el catálogo de emociones, de alentar la aspiración de dirigir la atención hacia
el futuro, yendo siempre más allá de la inquietud de la incertidumbre. Un libro
convincente, interesante y atractivo para el lector que se convierte en
cómplice del encantador escritor. El autor exalta el ritmo elegíaco de los
recuerdos, el aroma embelesado del tiempo interior, habita la fiel morada de
los afectos, revela las tensiones de la existencia, recompensada por las
deslumbrantes enseñanzas de Adriano Olivetti, por las sagaces anécdotas
personales, por la indiscutible fascinación de las experiencias. Evoca un
carácter divertido e irónico, reelabora el patrimonio universal de la sabiduría
con una conducta lingüística fácil y espléndida. El placer de leer a Cesare
Verlucca no tiene edad (tengo la fortuna y el privilegio de cultivar con él un
sincero intercambio de cartas) porque es siempre la mejor manera de brindar por
la vida.
Un libro de cuentos que rescata la verdadera narrativa y el
verdadero género, primero porque se adentra en las vidas de cada uno de sus personajes,
siempre al margen, y este hallazgo, le permite crear una dimensión inédita de
un lugar, de una región, de un espacio inventado dónde se sitúa un alma que camina buscándose.
Y la música es decisiva porque sin música no seríamos nada ni nadie: la música, decía Wilde, nos concede un pasado del cual carecíamos,
y esto es lo que sucede de manera magistral en estos cuentos de personajes que
deambulan, que no buscan una definición sino ese horizonte que la música
señala. Objetividad en la perspectiva, capacidad de crear atmósferas, de
encontrar el lenguaje innombrado de cada ser que de la nada pasa a contar con la biografía que le concede
una escritura que fue capaz de verlo.
Un cigarro y una
copa con Julián Nalber, el creador del Detective Santré
"Por medio de la novela negra puedo escudriñar diferentes rincones de la
ciudad, en este caso Bogotá, una urbe que me apasiona”.
Por Mauro Javier Hernández
Portada Detective Santré
Mauro Javier Hernández. Su novela Detective Santré, el caso Chang (2017), ha despertado cierto interés entre los lectores del género. ¿Cuéntenos acerca de la génesis del texto?
Julián Nalber. La novela es una historia breve que sigue las peculiaridades típicas de la narrativa de crímenes; un detective que investiga asesinatos y desapariciones en una ciudad tan beligerante como la Bogotá del presente. El embrión de la novela tiene que ver con un hecho que sucedió en la ciudad, y a la vez con múltiples casos de tráfico de mujeres colombianas que terminan en el laberinto de la prostitución en los sitios más impensados del mundo.
M.J.H. ¿Tomó usted muchos elementos de la realidad colombiana?
J.N. Hay fragmentos, hechos y situaciones de esa realidad. El contexto de Bogotá, con sus barrios y calles está ahí. Pero como lo suelen decir muchos autores cuando se les pregunta sobre este juego entre la realidad y la ficción, la novela es ficción pura, un universo aparte, los personajes solo se deben a sus realidades, a sus mundos, a sus circunstancias. A veces no sé si es tan importante profundizar en esa oposición de la realidad versus la ficción. Por otro lado, uno puede decir que Santré se puede parecer a su creador o el creador se puede parecer a Santré, pero los dos son seres independientes.
M.J.H. Y hablando de Colombia, ¿cómo ve la situación actual de su país?
J.N. Colombia es una zona del mundo muy particular. Sus gentes cuentan con mucho talento y gran potencial en cualquier campo. Pero el país históricamente ha sido gobernado por élites terriblemente corruptas que siempre ha pensado en sus círculos familiares y sociales, nunca en las mayorías. Una nación que se la roban todos los días. Colombia, después de tanto tiempo, sigue teniendo una estructura social muy parecida a la de la época de la Colonia. Unos pocos mandan, se enriquecen, manipulan y dejan postrado al resto en la ignorancia y la desinformación. Desde luego esto tiene diversos matices y situaciones específicas que habría que considerar. Igual a pesar de todo, sigue siendo un país fascinante. En Colombia pueden pasar mil cosas en un solo día. Nadie se aburre.
M.J.H. ¿Por qué se inclinó por este género literario?
J.N. No es que tenga una tendencia marcada hacia él. Hay otras opciones que me llaman la atención. Sin embargo, por medio de la novela negra puedo escudriñar diferentes rincones de la ciudad, en este caso Bogotá, una urbe que me apasiona.
M.J.H. Se ha dicho que la trama de su novela llega a ser muy unidimensional y un poco predecible. Pero a la vez, también se ha mencionado que es entretenida.
J.N. Sé muy bien que esta novela no reviste ningún tipo de revolución estética. Nunca he pretendido nada de eso. Mi plan es muy modesto. La creé con el objetivo de que un lector cualquiera se distraiga al leerla. Yo mismo me divertí escribiéndola. Siempre he hablado de un experimento. Desde luego, la labor de narrador, como cualquier oficio, necesita práctica, es decir experiencia. Y tanto mi prosa como yo, estamos en ese proceso.
M.J.H. Entre la gran gama de personajes de este estilo (investigadores privados, detectives, policías, etc.), ¿qué tan original es su protagonista Santré?
J.N. Quizás no mucho porque él sigue los parámetros generales de estos personajes. Alguien podría decir que lo original está en que Santré es un profesor universitario que por falta de trabajo termina en esta profesión. Lo diferente, si en verdad hay algo, es el contexto. No es lo mismo desarrollar una historia en Pekín, Moscú o Bogotá. Para cada caso se precisa de conocer bien el medio, la idiosincrasia, las formas de hablar de la gente, la cultura de los personajes que sobreviven en cada espacio. Creo que ese mundo de la "colombianidad" o de la "bogotaneidad" se puede ver en la novela, hablo de rasgos particulares que son únicos. Esto último no lo digo yo, lo han afirmado algunos lectores.
M.J.H. ¿Pero entiendo que usted no pretende ser un narrador consagrado?
J.N. No me interesa del todo el protocolo que eso implicaría. También sé bien que tal consagración nunca llegará, hay que ser realista. Además, no dedico todo el tiempo de mis días a esta labor. Tengo otra profesión definida y ella toma buena parte de mi cotidianidad. Lo que me atrae es desarrollar historias que a la gente común y corriente le puedan gustar y divertir. Después de eso todo será ganancia. En tiempos de la era digital que nos avasalla, la gente poco está interesada en el placer de la lectura. A veces, el ejercicio de tomar un libro y leerlo se convierte en una tarea titánica para muchos.
M.J.H. ¿Entonces no se asume como escritor?
J.N. Me asumo como un simple y humilde trabajador de la palabra que desea superarse cada día. Y esto último no me suena muy original, aunque sea verdad. Me suena hasta cursi. Seguro que alguien lo tuvo que haber dicho antes.
M.J.H. ¿Y entonces cuál es su meta como narrador?
J.N. Por ahora, ninguna. De hecho, mi primera meta era escribir una novela policial y publicarla, y ya la cumplí. Lo he dicho un par de veces, si un muchacho de un colegio público de Bogotá (o de Colombia) escribiera un ensayo sobre la novela me haría feliz.
M.J.H. ¿Y lo del seudónimo?
J.N. Ese es otro enigma más que coincide bien con el género.
M.J.H. Su escritura se encuentra muy ligada al estilo episódico de las historietas (comics), que se leían mucho en América Latina hace unas décadas. ¿Es consciente de eso?
J.N. Sí, desde luego. De niño y adolescente mis primeras lecturas fueron las historietas de legendarios personajes de aquellos días. Hablo de personajes creados en América Latina, no de Superman o Batman que no me interesaban tanto. En muchos casos, de esos héroes no queda nada. Solo las recuerdan los adultos mayores de cuarenta años. En países como Colombia, estas historietas eran muy populares y los muchachos las devoraban. Si logro que mis novelas lleguen a tener ese ritmo ágil de aquellas aventuras trepidantes; ese interés de parte del lector en seguir con el siguiente capítulo hasta llegar al final, me daría por bien servido.
M.J.H. En esas historietas frecuentemente había una moraleja, ¿en su novela la hay?
J.N. Supongo que los lectores responderán mejor esa pregunta.
M.J.H. ¿Vendrán más aventuras de Santré?
J.N. Sí, pero por ahora me interesaría promocionar más esta primera. Es posible que este año salga una nueva edición.
M.J.H. ¿Se puede conseguir en Colombia el libro con facilidad?
J.N. El trabajo de distribución y promoción de un libro no es sencillo y no tendría que corresponderle al autor. Lo he dicho también antes, si no tienes un buen respaldo editorial, un agente literario, una empresa detrás de ti la tarea es casi que imposible. Antes el libro tenía mayor distribución, incluso se vendía en una librería muy acreditada de Bogotá que no hace mucho cerró sus puertas y por ahora nada se sabe de esos ejemplares. Es por eso que este año espero que se concrete una nueva edición con mayor alcance.
M.J.H. Finalmente, ¿por qué y para quién escribe?
J.N. Escribo porque es un ejercicio intelectual que me satisface. Es una acción intimista que me permite viajar, caminar mentalmente por lugares conocidos (incluso desconocidos). Es también un regreso a la niñez en el que por medio de la escritura vuelvo a jugar, a crear y me siento momentáneamente feliz. Y escribo para mí y para los que generosamente deseen leer lo que escribo.
Reconforta leer los cuentos de un escritor que aún no
pertenece al jet-set de los autores consagrados por las grandes empresas editoriales.
Nada lo condena para que escriba bajo los parámetros del mercado. Nadie le
exige una producción anual para conservarlo en las librerías nacionales e
internacionales. Sólo la íntima necesidad de escribir lo transporta, lo estalla
para poner en letras su libre percepción del mundo. Un escritor todavía limpio,
sin las brillantes manchas de la oferta y la demanda, sólo con las del ser
humano, las que lo impulsan a la escritura.
Textura propia de los siete cuentos escritos por
marcos Fabián Herrera bajo el título: Un
bemol de la guerra. Relatos publicados por Navíos Libros, con impecable
cuidado y con agradable resultado físico. Agradan sus ilustraciones como la
disposición física de sus textos. Ambas se confabulan para que el lector viva
una reparadora experiencia lectora. Para que experimente agradecimientos
vitales al leer la última línea del último cuento.
Porque sólo agradecimiento se siente con un autor que
devela un abanico de diversas posibilidades de los paraísos humanos en la
tierra. Distintos espacios para convertir la existencia en el bello ejercicio
de vivir sin el peso de la esperanza. Superar el infierno de cada día, ese
brillante laberinto de la vida civilizada, para saborear el instante diluente
sin bajos ni altos relieves.
Así se compone la semántica de estos cuentos. Como en
la música barroca, un mismo tema entonado por instrumentos diferentes. Una
misma obsesión musical que cobra vida en los diferentes cuentos. Desde el
primero, “Música incidental”; hasta el último,
“Sin itinerario”; pasando por el que da título
al libro, “Un bemol de
guerra”. Durante toda la lectura, el lector se encuentra, una y otra vez, con
esta rara dimensión.
La belleza del lenguaje abre las puertas del libro.
Expresión estética visible a los ojos del lector. Una ejecución musical donde
todos los instrumentos están debidamente afinados. Limpieza expresiva, riqueza
lingüística, sorprendentes construcciones, inesperados giros, surgen en cada
párrafo. Lenguaje sostenido que se conserva a lo largo de los siete cuentos. Lenguaje
que se eleva de lo rutinario, pero sin caer en la confusión ni en la
pedantería. Lenguaje que intenta superar la medianía para insistir en la
calidad de lo esencial.
Rasgo lingüístico que armoniza con la semántica de los
cuentos. Párrafo a párrafo, se develan las tragedias de los personajes, seres
humanos oscuramente adaptados al infierno. Los que ya no soportan la existencia
gris de todos los días y huyen de la catástrofe existencia para encontrar un
paraíso en la tierra. Los que ya no resisten más la corrosión de la rutina y se
sienten cadáveres en vida. Los que aún tienen la osadía de partir para
encontrar un asidero más amable, más humano, más divino, en los predios de la
existencia.
Cipriano, el personaje de “Música incidental”, encuentra
su lugar exacto en la calle. No lo obnubiló el éxito de dirigir exitosamente su
propia orquesta, ni los varios acetatos grabados, ni la hermosa cantante que
los acompañaba, ni el reconocimiento en la radio. El mundo de la farándula
debió hostigarlo con sus falsos brillos. La calle constituía su verdadero
territorio, un lugar sin jefes, sólo con transeúntes desprevenidos y sin los voraces
dogmas de las iglesias. No era un lugar para desechables, sino el espacio donde
era posible la libertad de ser. Ahora dirijo a mi grupo en las calles…
Vida civilizada y adocenada padecen los ciudadanos del
primer mundo. La llevan como un ataúd
en la conciencia. La necesidad
de huir, encontrar parajes más originales, más naturales, impulsan a Jack, en
“Las meditaciones de Jack”, a internarse en un lugar libre de la dura
civilización. La referencia a la Barca de Juan Bustos, ese maravilloso
prostíbulo fluvial, nos lleva a la Neiva antigua. El alcohol, la trasnocha, las drogas, enjambre
de descomposición mental, lo estimulan para testimoniar a través de un poema
que el paraíso existe en la anulación del pensar. Un poema escrito por el gran
Jack Kerouac, personaje ancilar de la generación beat que anduvo literariamente
en el suroccidente colombiano:
Cuando un pensamiento
brote llegando de lejos con su manifiesta
presencia de
imagen, debes engañarlo y fuera con él,
quítatelo de
delante, dríblalo…
Diferentes alternativas de los paraísos naturales del
ser humano surgen en otros cuentos. En un “Bemol de guerra”, El aparente
boticario, que llega a un lugar distante, es un músico y funda una escuela de
música. Huye de la civilización para refugiarse en un lugar apartado y en la
música. Huye como huye el desertor de la guerra con el Perú a pesar de las
diatribas patrióticas del presidente de la República. Tanto el aparente
boticario como el desertor se refugian en la música, en ese paraíso de sonidos
donde tampoco existe el pensamiento. “Con la flauta
puede enseñar la música y curar su destierro”
Así transcurren todos los cuentos de Marcos Fabián
Herrera. Con esa impronta que nos saca, momentáneamente, del barro y nos eleva
a sugerencias literarias que nos hablan de un mundo asequible. Con él, sólo agradecimientos
por la riqueza de paraísos que develan sus siete cuentos. Por los espacios
insólitos e inesperados, tratados con la responsabilidad de un autor
comprometido con la condición humana. Por las pulsiones oníricas –Cipriano- y
fantasmales –La nana-, que nos muestran regiones paralelas y nos iluminan. Por
el conjunto de recursos literarios que enriquecen la literatura, que la
rescatan de los excesos de la oferta y la demanda, que le devuelven su misión
original: develar las tragedias humanas impuestas por la barbarie del poder
brutal. Por hacer una literatura que no apunta al prestigio, sino al ser
humano.
Editorial Poemia, con el apoyo de la Universidad del Valle, Sede Zarzal, Colombia, 2018
La
historia cíclica de la violencia ha atravesado nuestra literatura. Desde la
generación de Gabriel García Márquez hasta las jóvenes generaciones, la noria
negra ha sido una constante en las letras colombianas.
La canción de los hacinados,
el primer libro de cuentos de Jhon Walter Torres Meza hace parte de esta saga
literaria que no se detiene en el país.
Jhon
Walter Torres ha escrito unos cuentos crueles donde la vida no vale nada y la
muerte ronda como una señal fatídica y acechante.
Son
trece cuentos donde el amor y la muerte, como una pareja inseparable de la
condición humana, afloran sin remedio en medio de un paisaje gris y opaco.
Fabio Martínez
Escritor colombiano
La canción de los hacinados
abre con violencia y cierra con violencia. Nada extraño, si consideramos el
lugar de la caña y la humedad donde ha crecido su autor. Está escrito con
furia, así acostumbra la literatura a serenar el ánimo de algunos personajes, a
edulcorar el escenario de los amores juveniles.
No hay alegría en estos cuentos, porque no hay
ningún cuento que invite a la alegría. Solo hay espacio paraese cuadro de costumbres que suele gobernar
lo incierto convertido en penuria y mala costumbre. Cuando aparece el cuerpo se
signa en él lo imposible. Lo erótico se convierte en lujuria, a veces en
esperpento. Pero nada se llena de promesa. O sí, quizá la única promesa sea la
literatura, aquella que un viejo lujurioso destella en sus “ojos de perro azul”,
o aquella que una mujer, Rachel, destella en sus “ojos salvajes”. He aquí, en
todo caso, briznas de nuestra educación sentimental. No sé si es posible
escapar a sus efectos.
Colección Mirada Narrativa Infantil n. 23, julio 2018
ISBN 978-84-948523-0-5
Estos
cuentos para niños de Flavia Cosma pueden ser en estos tiempos de incertidumbre
y descreimiento la posibilidad de un nuevo reencuentro con la inocencia. Un
dato para nada menor en circunstancias como las actuales, en donde la infancia,
ese estado de gracia indispensable para el desarrollo de la vida parece
estar en peligro de extinción.
Flavia se
resiste a estos restos de civilización que parecen encaminarse hacia un estado
de automatización que amenaza con propagarse a los vínculos interpersonales. Y
lo hace a través de un escenario plagado de bellos relatos, con originalidad,
creatividad y sabiduría. Muchos de ellos dejan una enseñanza al estilo de las
viejas y recordadas moralejas que poblaron nuestra propia infancia; con tramas
de una delicada sensibilidad que recogen los aspectos más esenciales de la
condición humana y que perseveran a lo largo de los siglos: el bien, el mal; el
amor; la soledad, la muerte.
Cuentos para compartir con los niños: cuentos para estimular su imaginación y el sentido de lo lúdico; cuentos, en definitiva, para preservar el sentido de la visa. (Luis Raúl Calvo, poeta y ensayista, Buenos Aires, Argentina).
Transterrados es una novela sobre la inmigración latinoamericana en España. Pero es también una historia de encuentros y desencuentros en los que se mezclan amores y desamores, víctimas y victimarios.
Un periodista huye de su país presionado por las amenazas que se ciernen sobre él. Deja atrás amistades y familia para refugiarse en la soledad del desterrado. Una madrugada se encuentra ante el cadáver de su nueva pareja. Es incapaz de recordar lo ocurrido y la defensa no llega a esclarecer los hechos. Todo resulta confuso. Inquieta por el resultado del juicio, una narradora nos introduce entre las amistades de la víctima en busca de respuestas coherentes; desconcertada, se enfrenta a hombres y mujeres, que perciben la verdad como una amenaza, que intentan cambiar sus vidas ocultando los desgarros del pasado, reinventándose. Así, los testimonios de los distintos personajes nos llevan a un universo complejo, en las fronteras de la delincuencia: el trabajo informal, la trata de blancas, las bandas y el narcotráfico que salpican a los más vulnerables.
La crítica más exigente ha señalado la profundidad de la obra de Consuelo Triviño Anzola (Bogotá, 1956). Su prosa es, en palabras de Julio Ortega, tersa, analítica, dramática y valiente. Su primera novela, Prohibido salir a la calle (1998), fue considerada por la revista Semana, de Bogotá, como una de las mejores de la literatura colombiana moderna. La segunda, La semilla de la ira (2008), es para William Ospina «una larga, serena y sostenida obra de arte», y en el diario El País (suplemento Babelia) Dasso Zardívar la destacó como una de las mejores novelas latinoamericanas.
Historia de la bêtise
(*): La hora del « Zorro Blanco » en El rumor de las aguas mansas (1)
Por Mario Wong, escritor peruano
De même, par le seul fait de la foule, les
germes de bêtise qu’elle contient se développent et il en résulte des effets
incalculables.
G. Flaubert
« Caminaron
un largo trecho por la carretera en medio de cenizas, cenizas de desolación que
anunciaban un sombrío panorama. Era una marcha eterna, interminable. Una
procesión al infierno, a la muerte, al más despiadado adiós a la vida. »
(Ch. Reynoso, Ob. Cit., p. 128).
Flaubert escribía
-en Boubard et Pécuchet- que la bêtise, la estupidez, avanzará
inexorablemente en el mundo. Si recurro aquí a la « historia » de la bêtise, es que intento -en este
comentario crítico de El rumor de las
aguas mansas- trasmitirle al lector, que el sienta en cada frase de esta
novela de Christian Reynoso, que hay en ella toda un engranage de complot, que
esconde un « secreto » enorme, aunque conocido por todos inaccesible,
pues bastante próximo; que es como una presencia, « familiar » a
todos en la scène du crimen, pero
sobre la cual nadie puede volver la mirada, sin que corra el riesgo de ser
devorado súbitamente por la Esfinge (2).
Portada novela
La manipulación de
la estupidez humana por políticos corruptos (ligados al contrabando y al
narcotráfico, al « nuevo » poder mafioso) desemboca, en El rumor de las aguas mansas, en el
asesinato de Fernando Godoy, el « Zorro Blanco », alcalde de Ilave
(capital de la provincia del Collao, de Lago Grande), por sus enemigos
políticos. Desde el comienzo de esta novela, el autor utiliza elementos -como
veremos más adelante-, que corresponden a la hermenéutica del relato policial,
sin que estrictamente corresponda a las normas de la novela policial. La
investigación que se despliega presupone un lector interesado en el
« secreto » que esconde este crimen; y, sobre la escena misma del
crimen, va introduciendo ciertos elementos que iluminan, de otra forma, las
relaciones que la novela policial establece entre Estado, verdad y sujeto. Es
el escritor Bruno Giraldo quien quiere saber, quién…, y es, él, el que
convierte la cuestión de la verdad en…
La investigación
que realiza el periodista Nuñez, amigo de Giraldo, se entrecruza, como por
azar, con la vida del escritor quien se encuentra en Lago Grande, ciudad
capital del altiplano, para casarse. De ahí, su vida de pareja con
Almudena, su novia, se verá alterada
1.- Escritura
& pasión amorosa
Escribe Vila-Matas,
sobre El camino de Sirtes, novela
« de estirpe rimbaudiana », en las iluminaciones de Julien Gracq, que
« uno de los aspectos más seductores de la literatura -en la línea de un
Kafka, por ejemplo, « como una gran sabiduría de percepción del futuro »- se encuentra en el hecho de que
algunas veces puede ser algo así como un espejo que se adelanta; un espejo que,
como algunos relojes tiene la capacidad de avanzarse » Y agrega, cito in extensius:
« Kafka
fue un buen ejemplo de esto porque percibió hacia donde evolucionaría la
distancia entre Estado e individuo,
máquina de poder e individuo, singularidad y colectividad, masa y ser
ciudadano. Kafka vio el panorama más allá en la evolución. Eso explica que le
gustara tanto otro libro de marcado acento perceptivo, Boubard et Pécuchet,
donde hay ya un espléndido diagnóstico de cómo la estupidez avanzará imparable
en el mundo occidental. El libro de Gracq se sitúa en esta corriente de
escritores con espejos que tienen la capacidad de adelantarse. Parece conocer
el núcleo de nuestro problema actual: la situación de absoluta imposibilidad,
de impotencia del individuo frente a la máquina desvastadora del poder, del
sistema político » (3)
Unas breves anotaciones, en este párrafo, sobre la
« bêtise politique » en Flaubert; retomo aquí sus tésis anti-democráticas,
anti-republicanas y sesgadamente elitistas; él las expone a través de sus dos
personajes, Bouvard y Pécuchet con una extrema
virulencia: «(…) yo creo más bien en la necedad del Pueblo » y acusa,
en seguida, a la masa de ser el sinónimo de la estupidez. Bouvard -sostiene
Thierry Poyet (4)- deviene el portavoz del escritor que afirma: « En
consecuencia, por el sólo hecho de la masa (la muchedumbre, el gentío), los
germenes de la estupidez que ella contiene se desarrollan y resultan efectos
incalculables. » (O.C., p. 857) Ambos personajes ocupan un lugar
privilegiado en la obra novelistica de Flaubert, aunque él se defienda; de ahí
los utiliza, en su novela, como una tribuna para lanzar a la cara del mundo
todo lo que lo toca profundamente (4). Solo señalo que hay, también, una intelligence des foules.
Es en la ciudad de
Lago Grande, en el altiplano peruano, donde Bruno Giraldo espera a su novia,
Almudena, para casarse. El escritor, en un momento de ebriedad -al salir de un
bar, en pleno centro, repleto de gente, cuya efervecencia era atizada por la
música de los blues y el rock and roll-, al ver tres muchachas rubias con los
brazos levantados, entre un grupo de jóvenes vestidos de negro, largas melenas
(¿son los Allkamaris, muerto ya el « Zorro Blanco » o anticipando su
muerte?), que tarareaban una canción, acompañados de un guitarrista, y agitaban
los puños, « en señal de victoria como guerreras después de la
batalla », tiene una especie de visión:
« Imaginé
que de sus manos manaba sangre y que, al caer al piso, formaba un gran charco
rojizo y nauseabundo donde navegaban barcos cargados de palabras; entonces, me
pregunté si de algo habían servido tantas palabras escritas y tantos cuardernos
de correcciones amontonados en el anaquel de mi biblioteca. ¿Que había hecho yo
en mi vida? ¿Escribir y escribir? ¿Era eso suficiente? No lo sabía. Quizá
estaba descubriendo la imposibilidad de la perfección, aunque fuese demasiado
tarde para ello. ¿Era una cuestión de tiempo, espacio y vida? ¿Acaso
esta ciudad de Lago Grande y sus calles eran las que guardaban las razones de
mi inestabilidad? Esta ciudad de la que siempre me iba pero a la que siempre
volvía. ¿Y acaso esa muchachita, Almudena, que se había colgado de mi cuello,
para abrazarme el primer día que nos conocimos, no significaba nada en la
maraña de cuestionamientos de mi propia conducta? ¿Adónde se había ido la
tranquilidad de siempre?
« Cerré
los ojos, me tapé la boca y la nariz, y contuve la respiración por unos
segundos. ¿Sería fruto del alcohol toda esta abstracción absurda que me
apartaba de la realidad?, me pregunté » (5).
2.- El puzzle de la conspiración política: la
manipulación del « Toro » Sandoval y el rol en ésta de Peter Janampa (« La
Culebra », los Allkamaris y la pulsión de muerte en el linchamiento de
Godoy)
… y El rumor de las aguas mansas conlleva un
recorrido, una inmersión sería mejor, del lector en el caos reinante en el altiplano
peruano poseído, en ese entonces, por una pulsión mortífera; como si el extravío
del escritor, Bruno Giraldo, fuese una condición para llegar a conocer la
verdad: « el perderse, para no perderse »; y llegar a armar el puzzle de lo que sucedía (aunque,
siempre faltasen piezas en ese rompecabezas que es el aparato corrupto y
siniestro, la estructura mafiosa, del « nuevo » poder regional).
La existencia de un
« complot », de una conspiración en marcha para eliminar a Fernando
Godoy, el « Zorro Blanco », es el motor de esta novela, lo que
permite que el narrador despliegue la trama que la estructura. Así, el
« secreto » pasa a ser una instancia dinámica del relato; lo
que en el espacio y el tiempo le da sentido a todo lo que ocurrió (la
« crónica » de una muerte anunciada, la del asesinato a sangre fría
del alcalde Godoy) y, también, de todo lo que les está ocurriendo a otros
personajes de esta novela (a la pareja Bruno-Almudena, al periodista Nuñez que
es secuestrado…); más allá de su develación misma, que persigue Bruno, es parte
constituyente de la trama narrativa. En realidad, todo se sabe y nada se sabe
(6).
La muerte del
« Zorro Blanco », el alcalde de Ilave Fernando Godoy, más de veinte
días después de ocurrida se convierte en un suceso mediático nacional e
internacional:
« Veinte
días después, el 26 de abril, como resultado de los encuentros y desencuentros,
la prensa nacional e internacional dedicó su atención a Ilave. Una turba de
comuneros, dirigentes e instigadores, ebrios por la protesta y el hartazgo de
la situación, asesinó sin piedad, con suma brutalidad y a plena luz del día, al
alcalde de su municipalidad. En pocas horas la noticia dio la vuelta al mundo.
El nombre de Fernando Godoy, la víctima, empezó a ser pronunciado por conocidos
y desconocidos. El altiplano peruano ardía » (7) Y el escritor Giraldo
comenta: « La imagen gana a lo objetivo », anoté como impresión en el
borde de las hojas correspondientes a este capítulo. Era entendible: Nuñez,
aparte de la investigación periodística, también se solazaba en la poesía. Toda
su vida había estado entre la disyuntiva de… » (8)
El estallido del
conflicto, el 2004, trajo consigo el asesinato del alcalde; el manuscrito de un
libro sobre los acontecimientos, que iba a publicar el periodista Nuñez, y su
secuestro (por la información que proporcionaba sobre los hechos luctuosos)
constituyen la columna vertebral de la trama de esta novela (para intentar
armar el complejo rompecabezas de lo acaecido, descartando la explicaciones
apresuradas difundidas en la prensa). Cito: « … un libro con información
reveladora sobre el asesinato del alcalde Godoy, en el que daría a conocer las
identidades de los responsables materiales e intelectuales. No era casual que días atrás la
policía hubiese capturado al buscado Zapatero, presunto autor del crimen. Entendí que no cabía ninguna duda de que el secuestro de Nuñez estaba
relacionado con estos dos hechos: el asesinato de Godoy y la captura del
Zapatero. Las piezas empezaban a encajar como en un rompecabezas » (9). A
la información, que Bruno Giraldo intuía que faltaba (en el manuscrito), el
escritor tendra acceso en un sobre de manila que le trae su novia. Se trata del
capítulo ausente en la investigación de Nuñez; aunque Giraldo « no podía
saber si solo se trataba de un borrador o de una versión definitiva. No existía
ninguna indicación respecto a ello ». Pero, ¿por qué Nuñez no lo había
incluido en el manuscrito que le entregó a corregir al escritor? Existen
motivos reales o se trata del puro azar, que haciéndoselo llegar en « en
forma tan extraña, coincidiendo además con su secuestro, lo cual, por supuesto,
le otorgaba otro valor » (10).
La estupidez
política, hasta llegar al crimen (manipulando a las masas), se manifiesta en el
complot del « Toro » Sandoval, miembro de La Culebra, quien se sirve
de Peter Janampa, del Zapatero y los Allkamaris (especie de banda armada,
« fuerza negra », de origen étnico aymara), y que terminará en la
muerte del alcalde de Ilave, Fernando Godoy (como en Crónica de una muerte anunciada, la novela de Gabo, ésta ocurre al
inicio de El rumor de las aguas mansas,
que bien podría haberse titulado La hora
del « Zorro Blanco »).
3.- El asesinato
a sangre fría del « Zorro Blanco », Fernando Godoy el alcalde de Ilave
(dinámica infernal de los acontecimientos)
En la ficción, la
realidad se comunica mediatizada, siempre, por ciertas perspectivas que deben
ser descubiertas en el transcurso de la lectura de la novela. Es condición,
para sostener la verosimilitud narrativa, que el autor desaparezca, es cierto,
pero sigue presente, de alguna manera en el entramado textual a través de la
figura del narrador, al que le ha cedido su voz (para que no se perciban sus
opiniones y juicios en la trama argumental), generando así la ilusión necesaria
que interpela al lector (11). Examinemos esto, en El rumor de las aguas mansas, en lo concerniente al asesinato del
alcalde de Ilave.
Christian Reynoso
En cuanto a los
documentos sueltos (que acompañan el capítulo que faltaba), Giraldo advierte
que se trataba de las pruebas que sustentaban la investigación de Nuñez, y se
pregunta si tendría todo en sus manos si el periodista no hubiese tenido la
sospecha de su secuestro: « … lo que se decía era revelador. Se mencionaba
con nombre y apellido a los autores del plan que condujo al crimen del alcalde
Godoy, el cual respondía a un propósito aún más complejo de lo que era posible
imaginar: la pugna encarnizada por obtener el poder político y el control
económico del altiplano peruano. En ese contexto el asesinato había sido el
punto más álgido de un plan concebido para generar un conflicto social de
grandes proporciones, y con ello, llevar a los promotores a ganar espacio y
notoriedad en la zona. De paso, fomentar un espacio de inestabilidad para el
gobierno nacional. A ello se sumaba que, según una creencia aymara, el año
2004, en el que sucedieron los hechos, estaba destinado al vuelo de las aguilas
negras o Allkamaris, las aves que guiarían el renacimiento de los Andes » (12).
Y es, sin duda, como si la realidad revasase a la ficción; y esta novela diese
cuenta de las posibilidades latentes, en ella, que incluyen la estupidez misma (la
bêtise même), en el crimen, por el
solo hecho de existir (13).
¿Cómo se urdió el « complot »
para asesinar a Fernando Godoy y quiénes tomaron las decisiones? La
investigación de Nuñez aportaba las pruebas y, asimismo, « analizaba
cuáles serían las consecuencias del hecho cuando todo esto se pusiera en
evidencia. Era fácil adivinar que habría mucha gente que haría hasta lo
imposible por silenciar o desaparecer dicha información. Eso explicaba su
secuestro » (14).
Fueron miembros de
la organización clandestina La Culebra, conformada por ganaderos y comenciantes
del altiplano peruano, ligados a la mafia del contrabando, de mercancías
provenientes de Bolivia y Chile, « con vínculos con ex funcionarios del
gobierno boliviano que en los últimos años habían adquirido gran notoriedad
junto a otros lideres aymaras peruanos », los que -según Nuñez- habían
concebido el plan de desestabilización de la región; y quienes financiaron el
asesinato del alcalde dentro de lo que se había empezado « a perfilar como
el proyecto político de fundar o refundar la gran Nación Aymara del altiplano peruano-boliviano »
(15)
Así, lo « réel
fictionnel » aparece al lector, es claro, a través del « decir »
del narrador (16), el escritor Bruno Giraldo, quien nos hace acceder a la
investigación (y a sus alcances y consecuencias) de Nuñez, el periodista
secuestrado por ordenes de miembros de la Culebra comprometidos en el asesinato
del alcalde de Ilave. Cito:
« De
modo que, si el Zapatero era quien se había manchado las manos, Janampa había
sido el operador, que había actuado bajo ordenes de La Culebra. La condición del
último era de no habido desde el día del asesinato. Por otro lado, Nuñez
identificaba a varios miembros de la elite de La Culebra y demostraba su
participación en la decisión de eliminar al alcalde Fernando Godoy. La orden
final del asesinato había sido dada en una reunión clandestina en la comunidad
de Jacha Huinchoca, a la salida de Ilave, a la que llamaron « la hora del
Zorro Blanco »… (17).
La pesquisa
argumentativa, « policial », los desarrollos, en la novela, de lo que
ha sucedido (y sus alcances y consecuencias) se da mediada por el acceso que
tiene el narrador, B. Giraldo, al manuscrito de la investigación del periodista
Nuñez, quien con una cámara filmadora, oculta, habría asistido al asesinato, a
sangre fría, del « Zorro Blanco » (18). Dejo al « último
lector », para concluir, el seguimiento, en su « pormenores » -donde
la verdad tan buscada por Giraldo no lleva, por tanto, a un develamiento
conclusivo (ahi está la desaparición de una carta, en las páginas finales, que
habría escrito el alcalde asesinado; lo que lo lleva a decir: « …
Podríamos imaginar mil cosas y seguir lejos de la verdad ». Constatación
fascinante de la tela de araña que ha tendido la conspiración por el poder, en
la que el « riesgo del amor », como un dato escondido, se hace
presente)-, de la trama argumentativa de El
rumor de las aguas mansas, excelente « novela abierta » (U. Eco)
de Christian Reynoso que forma parte de un tríptico.
(4)
Thierry Poyet, Bouvard et Pécuchet. Le
savoir et la sagesse, Paris, Éds. Kimé, 2012, pp. 100-101.
(5)
Ch. Reynoso, Ob. Cit., pp. 14-15.
(6)
Sobre el « secreto » como motor estructural en la narrativa de
Roberto Bolaño, leer del crítico Ezequiel De Rosso « Una lectura
conjetural. Roberto Bolaño y el relato policial »; In: Celina Mazoni (Ed.), Roberto
Bolaño: la escritura como tauromaquia, Buenos Aires, Eds. El Corregidor,
2002, p. 137.
(7)
Ch. Reynoso, Ob. Cit., p. 31; parte final que corresponde al Cap. I del manuscrito del libro de
investigación del periodista Nuñez, amigo del escritor Bruno Giraldo.
(8)
Idem.
(9).
Ob. Cit., p. 44.
(10)
Ob. Cit., p. 46.
(11)
Sobre esto, que concierne al narrador y narratario, véase Fernando Gómez
Redondo, El lenguaje literario. Teoría y
práctica, Madrid, Ed. Edaf S.A., 1994, pp. 169-170 y Sgtes.
(12)
Ob. Cit., pp. 46-47.
(13)
Esta novela, que se ubica el la línea del realismo literario, me lleva a
recurrir a El arte de la novela, del
escritor checo M. Kundera, que sobre el personaje, sostiene, que no es una
simulación de un ser vivo, que es un ser imaginario, « Un ego
expérimental » y del lector « et son désir aussi naif que légitime de
se faire emporter par le monde imaginaire du roman et le confondre de temps en
temps avec la réalité… » (pp. 47-48); esta es la misma crítica de
Flaubert, en Bouvard et Pécuchet, del
personaje pensado en función de su credibilidad
realista (y de la concepción balzaciana, en La comedie humaine, del
escritor como el solo competidor del estado civil), y que corresponde a la
misma voluntad de ir más allá del suceso histórico o de lo puramente anecdótico.
Cito: « En effet, il faut comprendre c’est qu’est le roman. Un historien
vous raconte des événements qui ont eu lieu. Par contre, le crime de
Raskolnikov n’a jamais vu le jour. Le roman n’examine pas la réalité mais
l’existence. Et l’existence n’est pas ce qui s’est passé l’existence est le
champ des possibilités humaines, tout ce que homme peut devenir, tout ce dont
il est capable. Les romanciers dessinent la
carte de l’existence en découvrant telle ou telle possibilité humaine »
(L’art du roman,…, p. 57; Cit. In: Thierry Poyet, Bouvard et Pécuchet. Le savoir
et la sagesse, Chap. 7, p. 181; ver notas a pie de página 35 y 36).
(14) Ch. Reynoso, Ob. Cit., p. 47.
(15)
Idem.
(16) « …
Piénsese que el narrador habla o cuenta (« decir »), pero en función
de las informaciones que el autor (« saber ») le ha conferido. En ese
tránsito (que marca también la ficcionalidad) se generan importantes
perspectivas para que el lector comprenda todo el desarrollo argumental,
porque, al fin y al cabo, el receptor todo lo que sabe es todo lo que, en
principio, le dice el narrador. En ese juego de perspectivas se han determinado
importantes clasificaciones del punto de vista con que la realidad argumental (historia) es enfocada desde el relato » (F. Gómez Redondo, Ob.
Cit., p. 171).
(17)
Ob. Cit., p. 48.
(18)
Como Lönnrot, en el cuento de J.L. Borges « La muerte y la brújula »,
el alcalde Fernando Vallejo, el « Zorro Blanco », en su recorrido
infernal, en esa su vía crucis dantesca,
hacia la muerte (bajo las miradas y la agitación de las masas bestializadas por
la absorción de alcohol) pareciera seguir, sin saberlo, las líneas de una
historia trazada de antemano. Cito, seguido, a R. Piglia: « En « La
muerte y la brújula », Lönnrot tarda en comprender que la sucesión confusa
de hechos de sangre que intenta descifrar no es otra cosa que un relato que
Scharlach ha construido para él, y cuando lo comprende ya es tarde. (…)// La
misma relación está por supuesto en « El jardín de senderos que se
bifurcan » y en « Tlön, Uqbar, Orbis Tertius », pero es en
« Tema del traidor y del héroe » donde Borges lleva este
procedimiento a la perfección. Los patriotas irlandeses, rebeldes y románticos,
son los destinatarios de una leyenda heroica urdida a toda prisa por el
abnegado James Alexander Nolan, con el auxilio del azar y de Shakespeare, y esa
ficción será descifrada muchos años después por Ryan, el asombrado e incrédulo
historiador que reconstruye la duplicidad de la trama » (Cit. in : Antonio Fernández Ferrer, Ficciones de Borges. En las galerías del laberinto, Madrid, Eds. Cátedra (Grupo Anaya, S.A.),
2009, pp. 448-449).