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viernes, 19 de septiembre de 2014

Entrevista a Diana París: Secretos familiares ¿Decretos personales?



Diana París es licenciada en letras, profesora universitaria y editora. Dentro del psicoanálisis, hace diez años se dedica a Psicogenealogía.

Con objeto de la reciente publicación de su libro Secretos familiares, ¿decretos personales? (Editorial Del Nuevo Extremo, 2014), concede una interesante entrevista al suplemento de Clarin Entremujeres, que podéis leer en este enlace:





lunes, 2 de diciembre de 2013

Extravíos y desvaríos, nuevo libro de Consuelo Triviño

Presentación en Buenos Aires de Extravíos y desvaríos
 de Consuelo Triviño

El pasado 18 de noviembre fue presentado en la Sociedad Argentina de escritores el libro de relatos de Consuelo Triviño Anzola Extravíos y desvaríos editado por Prosa y poesía-American Editores de Buenos Aires. 




Si en sus narraciones anteriores recogidas en Siete relatos (1980) y La casa imposible (2005) Triviño Anzola enfrentaba a los personajes a la crudeza de sus sueños y exploraba obsesiones como la casa, la infancia y la soledad, como punto de partida de historias de gran soledad aunque, sin duda, se trataba de diversos episodios de un mismo personaje metamorfoseado en otros nombres, en Extravíos y desvaríos (2013), en cambio, refiere los viajes de ida y vuelta. Aquí sigue en su aventura a seres atrapados entre dos mundos: desde la pareja exiliada que convierte su vida en un infierno, hasta la muchacha incapaz de concretar un proyecto, o la expatriada a la que los suyos esperan en vano, pero también encontramos a los turistas que se evaden de la rigidez de su mundo y son incapaces de asumir la diferencia en su encuentro con el otro. Son historias de emigrantes, de alienados y de exiliados que nos instalan en este presente de fronteras y alambradas, y que nos muestran dos caras de la realidad. Por un lado, la pérdida que implica toda elección; por otro, la imposibilidad del regreso. 

El Ateneo Alfonsina Storni le concedió una distinción en un acto dirigido por la poeta Martha Edith Candioti en el que se contó con la presencia de los escritores Roberto Alifano y Antonio Requeni.




jueves, 28 de febrero de 2013

Les ruego que me odien, novela de Guillermo Roz

Invitación Les ruego que me odien

La novela Les ruego que me odien, del escritor argentino Guillermo Roz, galardonado con el I premio de Narrativa Francisco Ayalala, será presentada por Fernando Marías el próximo día 5 de marzo de 2013 en Función Lenguaje. Centro de literatura aplicada de Madrid, calle Doctor Fourquet nº 18.
Será un placer contar con vuestra presencia.


EL AUTOR
Guillermo Roz

GUILLERMO ROZ. (Buenos Aires, 1973) es Profesor en Letras por la UNLP (Argentina).

En 2013 publica Les ruego que me odien (Musa a las 9) con el cual gana el I Premio de Narrativa Francisco Ayala; en 2012, la novela Tendríamos que haber venido solos (Alianza Editorial), por la cual es distinguido como Nuevo Talento Fnac.

En 2009 publicó Avestruces por la noche. Dos nouvelles (Mirada Malva),y su cuento "Los grises" en la antología de narradores argentinos, españoles y mexicanos titulado Un nudo en la garganta. Quince cuentos canallas (Trama). En 2007 la novela La vida me engañó (Mirada Malva)

Ha colaborado con artículos de periodismo cultural, con diversos medios de EEUU, Latinoamérica y Europa, en los cuales también editó trabajos de ficción.

martes, 28 de agosto de 2012

Cuerpo y poder, ensayo de Blas Matamoro


http://forcolaediciones.com/nbspcolecciones/cuerpo-y-poder-blas-matamoro/


Blas Matamoro, Cuerpo y poder

Cuerpo y poder, la más reciente publicación del argentino Blas Matamoro, no es un ensayo, tampoco una novela, ni una crónica, acaso una no novela, género que adquiere forma en este relato de la historia que atraviesa el cuerpo y se recicla convertido en realidad o ficción perceptible, sensible y de una exquisita sensualidad que no te empalaga, sino que te nutre. Aunque el autor pretenda, en apariencia, descender al chismorreo más morboso no consigue desviarnos de la reflexión sobre el poder y los azares de la historia, torbellino de pasiones, conjunción de fortuitas circunstancias, consumación de fantasías, juego de máscaras, de ausencias y presencias poderosas. Así disfrutamos con la comidilla que alborotó a la revolución francesa y acabó decapitando a aquella clase social frívola y ociosa que se creía tocada por la gracia divina y a salvo de la justicia del pueblo, o aplicada en nombre del populacho. A lo largo de la narración, tanto como en la reflexión que le sigue, tenemos a Matamoro de cuerpo presente, con su agudo sentido del humor y su audaz suspicacia, introduciéndose por los entresijos del poder.
Este relato, nos advierte el autor, surge de forma casual, pero intuimos que sus meditaciones son el resultado de cotidianas digestiones sobre los dimes y diretes de autores clásicos, de críticos y cronistas. De todos modos, el relato empieza con una de sus incursiones por las librerías de viejo de Madrid donde da con un ejemplar de un texto de Alain Decaux sobre el supuesto Luis XVII, el Delfín que, según la leyenda, no fue decapitado junto con sus progenitores, sino que les sobrevivió bajo otras identidades, lo que dio lugar a una copiosa literatura e incluso a una corte de seguidores dispuestos a restituirle sus derechos. En total, se cuenta con unos ochocientos libros sobre el tema y más de mil artículos y no solo eso, ya que los pretendientes a reclamar sus derechos, en calidad de delfines, crecieron como hongos. La verdad es que tiene miga lo que un cuerpo ausente o desaparecido provoca en la memoria colectiva. “…el deseo produce objetos los cuales, aunque inhallables, mueven la realidad de nuestras vidas•, sugiere el autor.
A la carnicería que fue la revolución, suceden otras intrigas y traiciones, de las que Matamoro da cuenta: la herencia jacobina con sus profetas y liturgias, el bajo clero igualitario, seguido del terror: asaltos a los conventos, la tortura y ejecución de los cuerpos: “En esas escenas de lo que podríamos denominar sadismo institucional, en la oscuridad del cuerpo que muere, hay una relación tanática, aniquiladora y gozosa del victimario con su víctima. Destruir es la manera extrema de poseer, la forma perversa y decisiva de apoderarse del ser amado”, sugiere Matamoro. Después del baño de sangre asistimos al espectáculo del poder, escenografía pura: el imperio de Napoleón, el paso del antiguo régimen a la sociedad del siglo XIX, un momento propicio para el teatro, para la desatada inspiración de los jóvenes románticos, como Víctor Hugo, que despiertan las más exaltadas pasiones. Pero los placeres estéticos no riñen en absoluto con los gastronómicos que satisfacen al cuerpo: “Comer eleva la tensión y la temperatura corporal al tiempo que acelera la velocidad del pulso y la salivación, como la excitación sexual”.
Así, desde un séquito de impostores que pretendían ser Luis XVII, hasta la corte de Napoleón, viajamos con Matamoro por la novela de la historia, patinando con él, desviándonos de los salones a las cocinas, de los teatros a las camas, del trono a las mazmorras. Y es que en su lógica de la dispersión tiramos de distintos hilos y nos deleitamos con los rumores, los azares, la tragedia y la comedia interpretada por unos personajes ya sin cuerpo, pero muy presentes, convertidos en leyenda.
Conmueve más allá de lo episódico la confesión de este intelectual que no aspira a ser un compositor -con un oído y una sensibilidad privilegiada, que ha dado lugar a sus lúcidos ensayos sobre música y compositores-, y que tampoco pretende escribir una novela magistral ni mucho menos innovar en la vejez. Grandeza en la humildad de los propósitos, de Matamoro, arriesgada aventura ésta de no novelar la insólita novela de la historia y, sin embargo, lograr que gocemos del banquete que nos ofrece, a la manera del maestro Montaigne, el más moderno y actual de los clásicos.
Publicado por Consuelo Triviño Anzola en 11:22 



(Buenos Aires, 1942), escritor, ensayista, periodista y traductor argentino.

Se graduó en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires; fue profesor en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo en Buenos Aires.

Ha sido editor de los Cuadernos Hispanoamericanos de la Agencia Española de Cooperación Internacional y colabora en diversos medios como crítico literario y musical.

Escribe para la revista Scherzo, donde tiene una bitácora personal habitual. Entre sus ensayos destacan Por el camino de Proust (1988), las biografías de Schumann (2000)
y de Rubén Darío (2002), o sus estudios musicales Proust y la música (2008) o Thomas Mann y la música (2009).

En 2010 ganó el Premio Málaga de Ensayo con su obra Novela familiar: el universo privado del escritor.

Es autor del ensayo Cuerpo y poder. Variaciones sobre las imposturas reales (Fórcola, 2012).

Para Fórcola ha preparado la traducción, edición y prólogo de Consejos maternales a una reina: Epistolario 1770-1780 (2011), una selección de la correspondencia personal entre María Teresa I de Austria y María Antonieta de Francia.

Es prologuista de las biografías Juan Rulfo. Biografía no autorizada (Fórcola, 2012), de Reina Roffé, y de Vivant Denon. El caballero del Louvre (Fórcola, 2012), de Philippe Sollers.


sábado, 10 de marzo de 2012

El tumbao de Beethoven, nueva novela de Fabio Martínez

El próximo miércoles día 11 de abril a las 6:30 p.m. se presentará la nueva novela del escritor colombiano Fabio Martínez en la ciudad de Cali (Colombia) y posteriormente en la Feria Internacional del libro de Bogotá. 


La novela:

El tumbao de Beethoven de Fabio Martínez es una obra multicolor e intensa sobre la vida y la fiesta en Cali, en tiempos urbanos y contemporáneos. El paisaje de la caña y sus esforzados cañeros, la ciudad y sus establecimientos nocturnos, la comida típica, la superchería, la pasión futbolística y el amor de pareja con sus frecuentes cruces e infidelidades, están sometidos a la vivencia febril de la música para ser bailada, porque Cali es una ciudad que danza. Creo que la gozonería predominante en la obra de Martínez, la inclina —como la vida misma— hacia mi consigna del optimismo frente al abismo. César Pagano

Desde los tiempos de Que viva la música los salso-lectores no
nos divertíamos tanto como con El tumbao de Beethoven de
Fabio Martínez, una novela abrumada de pasajes discográficos y tumbaos que invocan las melodías que marcaron a toda una generación de artistas, locos y bohemios en este Caribe urbano que es Cali, sin playa ni Varaderos. Gary Domínguez  

Ahora Beethoven desde su tumba, retumba con tumbao propio en la prosa de Fabio Martínez. La música no es un pretexto como dijo Rubén Blades, es salsa en el contexto literario que se sudó por allá en los 70s. Es prosa gozada, literatura danzante, es Cali entre hojas, sudores y tambores, con pasión de hedonista cómplice, que sólo tuvo el aditivo de volvernos a llevar a esos días de buena candela y literatura.  
Sergio Santana Archbold  

La brisa alegre de la caleñidad refresca esta novela de Fabio Martínez. Es una brisa con tumbao, en una pista de acontecimientos y de baile, atravesada por los hechos que adquirieron su valor simbólico en Cali, en la década del setenta. La música suena con volumen, las parejas bailan y salen de los grilles, y en las contrariedades se escucha entre líneas un bafle encendido, que hace de su lectura, una fiesta de la historia caleña en la imaginación. Rafael Quintero

El autor:

Fabio Martínez (Cali, Colombia, 1955). Obras publicadas: Un habitante del séptimo cielo (Ulrika Editores, 1988); Fantasio (Ediciones de la Universidad del Valle, 1992); Club Social Monterrey (Programa Editorial Facultad de Humanidades, Universidad del Valle, 1992); El viajero y la memoria (Universidad Pontificia Bolivariana, 2000); PabloBaal y los hombres invisibles (Programa Editorial Universidad del Valle, 2003); La búsqueda del paraíso.Biografía de Jorge Isaacs (Editorial Planeta,2003); Cuentos sin cuenta, Antología de relatos de escritores de la Generación del 50 (Programa Editorial Universidad del Valle, 2003; Del amor inconcluso (Común Presencia Editores, 2006); Balboa, el polizón del Pacífico (Editorial Norma, 2007); El fantasma de Ingrid Balanta (Pijao Editores y Caza del libro, 2008); Cali-grafías. La ciudad literaria. Edición bilingüe: español-francés (Univalle-Vericuetos de París, 2008); El escritor y la bailarina (Escuela de Estudios Literarios, Univalle, 2012). Ha sido traducido al inglés, francés y el alemán. Obtuvo Mención Especial en la Beca de Proartes “Ernesto Sábato”, 1987. Primer Premio Latinoamericano de Ensayo “René Uribe Ferrer”, 1999. Primer Premio “Jorge Isaacs”, 1999.
Fue Director fundador del periódico La Palabra. En la actualidad es Director del Programa de Estudios
Literarios de la Universidad del Valle.
Más información en:
 http://ntc-narrativa.blogspot.com/2012/03/el-tumbao-de-beethoven-fabio-martinez.html

miércoles, 29 de septiembre de 2010

No hay silencio que no termine. Libro de Ingrid Betancourt

El sello Aguilar, que distribuirá el libro en Hispanoamérica, sintetiza sus 712 páginas con “un viaje al corazón de las emociones extremas, una meditación sobre la vida, sobre la condición del réprobo y sobre lo que significa ser humano”. Hasta ahí la prosa publicitaria en vísperas de lanzamiento editorial.

Otro es, sin embargo, el peso de lo dicho por el escritor y crítico Héctor Abad, que ya lo leyó y habla de la fuerza “hipnótica” del relato que, pronostica, “será un clásico de la historia y de la literatura colombianas”.
Con motivo del lanzamiento de No hay silencio que no termine, María Isabel García de Radio Nederland entrevista a la escritora colombiana Consuelo Triviño Anzola, quien inauguró el VI Simposio Internacional de Literatura, convocado por la Universidad Central de Bogotá, dedicado a la novela histórica y a la ficción en la historia, realizado del 8 al 10 de septiembre. La entrevista completa en el siguiente enlace http://www.rnw.nl/espanol/article/colombia-ingrid-otra-vez-desde-la-selva

jueves, 16 de septiembre de 2010

La semilla de la ira. Consuelo Triviño Anzola

VERDAD Y MENTIRA EN LA NOVELA HISTÓRICA. Por Dasso Saldivar

La atmósfera de profunda verdad que se respira en las páginas de La semilla de la ira, la novela que Consuelo Triviño Anzola publicó hace dos años sobre la vida y la época de José María Vargas Vila, me ha llevado a retomar mi viejo pleito con la novela histórica: ¿qué es lo que hace que las obras de este subgénero nos resulten verdaderas o falsas? Porque me parece que no depende sólo de la experiencia y el talento literarios, o de que el escritor se ciña o no a la verdad histórica, pues la novela no compite con la verdad de la Historia o de la ciencia. Pocas veces me suele atrapar pues este tipo de novelas, especialmente las que se fabrican en nuestro tiempo, pero cuando me han convencido, he quedado subyugado por el poder de convicción del relato, como me ha ocurrido recientemente con La semilla de la ira y antes con Yo, Claudio, Los idus de marzo, Memorias de Adriano, Yo, el supremo, El general en su laberinto, y, por supuesto, la más grande de todas, Guerra y paz.
Desde luego, la verosimilitud es el logro imprescindible para que toda novela pueda convencernos de su verdad, y ha de encarnarse en un tono, un estilo, un punto de vista y un determinado manejo del tiempo. Pero para que creamos en la verdad intrínseca de la novela histórica, que en resumidas cuentas es la visión y la emoción del escritor, tiene que haber algo fundamental y previo a todo tecnicismo, a toda literatura, y es la paciencia y la capacidad del autor para convertir la Historia y sus personajes en vivencia propia, en experiencia autobiográfica, en memoria y olvido, como quería Rilke. Sólo entonces desde ese yo, que ha asumido vicariamente otro ser, otra época y otra cultura, y sólo desde ahí, es desde donde surge el aura de lo verdadero en toda novela histórica auténtica. Por el contrario, y aunque el rigor histórico y la maestría literaria asistan al escritor, la obra puede sonarnos falsa o, cuando menos, llenarnos de dudas. De modo que así como no hay novela de verdad sin poesía, se puede afirmar que no hay novela histórica verdadera sin experiencia autobiográfica, sin asunción íntima del personaje, de su época y de su cultura, como ocurre en la vida misma. Es lo que hicieron durante décadas Tolstói, Graves, Wilder, Yourcenar, Roa Bastos y García Márquez para poder forjar sus obras paradigmáticas. Y es lo mismo que ha hecho recientemente Consuelo Triviño Anzola con La semilla de la ira.


Estudiosa y apasionada del modernismo, la escritora colombiana estuvo durante más de veinte años impregnándose de la vida, la obra y la época de su compatriota José María Vargas Vila, ese "luminoso pastor de tempestades", como lo llamó su amigo Rubén Darío. Primero hizo la tesis doctoral sobre su ingente obra, luego se fue a Cuba a desempolvar sus diarios y más tarde publicó una selección en Colombia. Entre charlas, clases y prólogos siguió saturándose del personaje, su obra y su época modernista, hasta que un día se hartó y lo olvidó. O eso creía ella, pues el olvido no es más que otra forma de la memoria, acaso la más decantada y profunda. Y así surgió años después el primer capítulo de La semilla de la ira y luego los siguientes, hasta conformar un mundo tan autónomo, seductor y verdadero, que con el tiempo estas memorias del Divino Iracundo, vividas vicariamente por Consuelo Triviño Anzola, quedarán tal vez como la mejor novela de Vargas Vila y una de las obras mejor escritas y narradas de la literatura colombiana y latinoamericana.

La semilla de la ira. Consuelo Triviño Anzola. Seix Barral. Bogotá, 2008. Dasso Saldívar (Colombia, Antioquia, 1951) es autor del libro Gabriel García Márquez. El viaje a la semilla (Folio, 2006)

Reseña aparecida en Babelia http://www.elpais.com/articulo/portada/Verdad/mentira/novela/historica/elpepuculbab/20100807elpbabpor_1/Tes