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martes, 27 de mayo de 2025

Revista ómnibus n. 77 Especial 20 años Congreso narrativa peruana

https://www.omni-bus.com/n77/home.html













Hace 20 años se llevó a cabo un congreso internacional de narrativa peruana (1980-2005) que en cierta medida posibilitó, con importantes repercusiones, un amplio debate sobre las diferentes literaturas peruanas. A día de hoy, 20 años después, Ómnibus ha querido homenajear, analizar y actualizar la evolución de la narrativa peruana, a través de la colaboración de prestigiosos especialistas peruanos y españoles en la materia.  

Este número ha sido coordinado por el escritor hispano-peruano Mario Suárez Simich y por la directora de Ómnibus, M. Ángeles Vázquez. 

https://www.omni-bus.com/n77/home.html


lunes, 3 de febrero de 2025

El imaginario de Lima ... de Sylvia Miranda Lévano


 Presentación del libro de Sylvia Miranda Lévano

El imaginario de Lima y la ciudad moderna en tres poetas vanguardistas peruanos

En este Ensayo literario sobre  la imagen de la ciudad moderna y, en particular de Lima, se ahonda en la poesía de tres poetas de la vanguardia peruana: Carlos Oquendo de Amat, César Moro y Emilio Adolfo Wesphalen. 


7 de febrero a las 19:00 horas en la librería Martín Luis Guzmán, Fundación Casa de México, calle Alberto Aguilera, 20, Madrid

miércoles, 9 de marzo de 2022

Carlos Oquendo de Amat traducido al griego

 

Carlos Oquendo de Amat, Poesía completa. Paisajes, Introducción de Claudia Costanzo, Estudio de Víctor Ivanovici, Atenas, Editorial Aparcis / Embajada del Perú en Grecia, 2021.








CARLOS OQUENDO DE AMAT EN GRECIA

Por Sylvia Miranda

Escritora y crítica peruana

"Es de celebrar una edición bilingüe de la poesía de Carlos Oquendo de Amat al griego, (1) y más que ésta haya llegado en una fecha tan propicia para Grecia y el Perú, como fue la conmemoración en 2021 de los 200 años de sus respectivas independencias. Asimismo, que tanto la Embajada del Perú en la República Helénica como la Editorial Aparcis hayan estimado que esta traducción sería la mejor forma de celebrarlo y que la poesía de Oquendo fuera la que fortaleciera los fraternales puentes entre nuestras culturas.

El hecho de que se trate, además, del primer título de una colección destinada a difundir entre el público heleno la literatura iberoamericana es una elección significativa, por tratarse de una de las obras más señaladas de nuestra vanguardia histórica. La vanguardia, por su propia naturaleza, es ruptura y consolidación de un proceso, que en la literatura iberoamericana se fue fraguando desde finales del Modernismo".

EN NUESTRO PRÓXIMO NÚMERO 67 DE ÓMNIBUS PUBLICAREMOS EL TEXTO ÍNTEGRO DE ESTE INTERESANTE ESTUDIO DE LA CRÍTICA PERUANA SYLVIA MIRANDA, ESPECIALISTA EN LA OBRA DE OQUENDO DE AMAT.  

(1) Carlos Oquendo de Amat, Poesía completa. Paisajes, Introducción de Claudia Costanzo, Estudio de Víctor Ivanovici, Atenas, Editorial Aparcis / Embajada del Perú en Grecia, 2021.

domingo, 28 de noviembre de 2021

El imaginario de Lima y la ciudad moderna en los poetas vanguardistas peruanos


Publicamos con gran gusto esta nota de prensa de la excelente escritora e investigadora peruana Sylvia Miranda. 

Tengo el placer de invitarl@s a la presentación de mi libro El imaginario de Lima y la ciudad moderna en los poetas vanguardistas peruanos, publicado por la Editorial de la Universidad Ricardo Palma.

Participarán en la presentación el Dr. Ramón León Donayre y el Dr. Roberto Reyes Tarazona. Yo tendré la oportunidad de estar también de manera virtual.

El acto se realizará dentro del marco de la Feria del libro del Bicentenario. Parque Kennedy de Miraflores, el día martes 30 de noviembre, a las 18:00 horas en el Auditorio Chabuca Granda.

Les agradezco, de antemano, su presencia en este acto tan significativo para mí, así como toda la difusión que puedan dar al mismo.


 

jueves, 15 de octubre de 2020

Galdós, a propósito de “Miquiño mío”. Cartas de Emilia Pardo Bazán

                          Galdós, a propósito de “Miquiño mío”. Cartas de Emilia Pardo Bazán

 

Por Sylvia Miranda

Escritora peruana

 

Este año 2020 que se va cerrando, y que muchos desearíamos que no hubiera comenzado, aludiendo al Covid-19, se conmemora también el centenario del fallecimiento del escritor canario Benito Pérez Galdós (1843-1920). El escritor más destacado de la novela realista española del siglo XIX. Para mí, su nombre estuvo siempre asociado a su novela Fortunata y Jacinta (1887), que pude leer de adolescente en Lima a principios de los años ochenta, en una edición popular. El recuerdo de esta novela, se me revela triste, las imágenes de una ciudad donde campaba la miseria y la desigualdad social, y unos personajes femeninos, en varios sentidos frágiles, llevados a situaciones extremas e injustas. 

Es cierto, ahora que se habla tanto de la identificación de Galdós con Madrid, que él supo expresar una imagen profunda de la ciudad, de un pueblo más allá de las fronteras señoriales de la ciudad burguesa. Pero, el Madrid de Galdós, un siglo y medio después, ha quedado necesariamente reducido al centro histórico, lo que hoy llamaríamos el Madrid turístico. Como parte de la conmemoración del centenario, se ha publicado un itinerario del escritor por la ciudad con el que podemos pasear por los lugares que fueron importantes en su vida.

Sería una forma grata de pasear por Madrid con los amigos, como se ha paseado siempre en Madrid, bajo un sol luminoso y resueltamente, si no estuviéramos de nuevo en estado de alarma; aunque es cierto, se podría pasear en petit comité, enmascarados al estilo Zorro, pero con la mascarilla sobre los labios y recatadamente; lo que no fallará es el sol. El sol de Madrid que es la bendición de Madrid. Podríamos pasar por la Pensión de la calle de Las Fuentes, 3 donde vivió el escritor cuando llegó a la capital, o ir a la calle San Bernardo, 49 en la que se encontraba la Universidad Central y donde se matriculó en derecho, o poner pie en la calle Marqués Viudo de Pontejos, 1 donde vivía la dulce Jacinta Santa Cruz o, mejor aún, ir a la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas (hermoso nombre), Plaza del Dos de mayo, 11, esquina con la calle Palma, donde Galdós se citaba clandestinamente con la famosa escritora gallega Emilia Pardo Bazán (1851-1921).

Pero, a falta de la algarabía y la holganza callejera, quería proponer otra forma de acercarse a la figura de Galdós, una manera más íntima y muy ligada a Madrid también, a través de este espléndido libro que han editado y reeditado por tercera vez, y que se ha vuelto a agotar, que es “Miquiño mío” Cartas a Galdós. En él se reúnen todas las cartas conocidas que la Condesa Emilia Pardo Bazán le escribió a Benito Pérez Galdós durante los largos años de su relación afectiva. 

Esta edición de Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández tiene el gran mérito, así comprendido por los lectores, de contar con un prólogo interesante y cercano, que aporta profundidad a la figura de ambos escritores, haciendo más accesible y más clara la correspondencia. Asimismo, nos acerca a un proceso minucioso en el que la investigación y sus azares se entrelazan para depararles a los editores una intensa experiencia de vida, al adentrarse en los entresijos de una relación de admiración, amor y fidelidad que descubren estas cartas.

Como ellos mismos comentan “en los objetos no permanece de su dueño más que lo que nuestra imaginación quiera añadir. La costumbre de conocer la casa de los escritores tiene que ver más con el visitante que con la indagación sobre la vida de los autores”(pp. 10-11). Me parece muy acertado, y esto se puede aplicar también a los investigadores, que con su mirada, con su apreciación personal, son capaces de otorgar una nueva visión del asunto, alumbrar una perspectiva singular. Creo que Parreño y Hernández se enamoraron de la figura de esta mujer excepcional para su época y llegaron a trasmitirnos, a través del comentario fino y de la organización tripartitade la correspondencia, una visión renovada de aquella relación que unió a Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós.

Hubiera sido maravilloso que las cartas de Galdós a Doña Emilia se hubieran conservado y publicado, quizás fueron destruidas como simples papeles viejos, eso nos hubiera dado la visión precisa de esta relación que se inició epistolarmente en 1883 con una carta de agradecimiento de Galdós a Doña Emilia y finaliza en 1915, con una misiva de Doña Emilia al escritor. Son 93 cartas, de las cuales sólo una, la que abre la correspondencia de este libro, es del escritor canario. Sin embargo, y eso es lo sorprendente, el epistolario basta para darnos no sólo una idea muy clara de las grandes cualidades humanas e intelectuales de Doña Emilia sino que también, a través de ella, de su intimidad con Galdós, nos permiten esbozar la figura del escritor, percibirlo a través de preocupaciones compartidas, anhelos, cambios y constancias. En las cartas de Doña Emilia, reverbera la voz de lo que no llegó a nuestros ojos; de la confianza y la intimidad de su relación emerge parte del ser humano que fue Galdós.

Surge también, como ruido de fondo, como anécdota, como detalle de circunstancia,  ese mundo decimonónico, de una España y de un Madrid, en particular, que se van abriendo a la modernidad a través de la literatura y de los criterios que sustentan la novela realista, de la intensa actividad periodística, del teatro y de las primeras luchas por la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres de la que fue pionera Doña Emilia; refleja también las mezquindades del mundillo intelectual y literario, y el ansia de descubrir Europa más allá de los Pirineos, dejándonos entrever ese siglo XIX de los libros de viajes, de los barcos, de los trenes, de las crónicas.

Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós
Pero, quizás, lo que más emociona está en que el libro nos revela, con donaire, la cultura y la modernidad del pensamiento de Doña Emilia, su fuerza vital, su personalidad arrolladora, su ternura, sus decepciones y tristezas; su gran amor por Don Benito nos permite percibirla hondamente como artista y admirarla más si cabe. La lealtad al amor y a la amistad, la entereza en reconocer sus errores, pero la firmeza y la ironía para defenderse frente a la doble moral masculina, perfilan bien sus convicciones y su temperamento.

Lo imposible y lo temible era que no nos viésemos, que suprimiésemos la comunicación, cuando nuestras almas se necesitan y se completan, y cuando nadie puede sustituir en este punto a tu Porcia. No deseo ciertamente que me hagas una infidelidad, no; pero aun concibo menos que te eches una amiga espiritual, a quien le cuentes tus argumentos de novelas. A bien que esto es imposible; ¿verdad, mi alma, que es imposible? (p. 116).

Por su parte, Don Benito, la acompasa con su carácter, que se percibe mesurado, reservado en muchos casos, pero en el que se presiente siempre su apoyo, respaldándola por ejemplo en lo que llaman “la cuestión académica”, o compartiendo criterios sobre la importancia de la masa popular como “cantera donde se reservan las energías nacionales” (p. 72) o comprometiéndola en proyectos, como aquel viaje furtivo que emprendieron juntos a Alemania y que ella recuerda de esta manera:

Hemos realizado un sueño, miquiño adorado: un sueño bonito, un sueño fantástico que a los 30 años yo no creía posible.- Le hemos hecho la mamola al mundo necio, que prohíbe estas cosas; a Moisés que las prohíbe también, con igual éxito; a la realidad, que nos encadena; a la vida que huye; a los angelitos del cielo, que se creen los únicos felices, porque están en el Empíreo con cara de bobos tocando el violín… Felices, nosotros. (p. 151).

También está la propuesta de Doña Emilia, llena de entusiasmo, para llevar Realidad al teatro. Cartas llenas de picardías, de alardes verbales, de sobrenombres amorosos, de preocupaciones por la salud, salpicadas también de situaciones más coyunturales, como la ayuda que le pide Doña Emilia y que parece brindarle Galdós para encontrar una casa en la que ella pueda instalarse cómodamente en Madrid. Lo bello de una correspondencia es que trasmite la vida en su plenitud, llena de energía y de locura, así, para el lector, todo vuelve a suceder como en un presente que ha quedado encerrado en unas páginas.

El libro está dividido en tres partes, que muestran el proceso de esta relación que duró cerca de 32 años, si nos ceñimos a las cartas pero que, en realidad, duró hasta la muerte de Galdós en 1920. Va desde los inicios de la amistad, pasando por la de la época del amor declarado y las citas disimuladas en “Palma street, junto a la Iglesia de Maravillas”, al que le seguirá el de la ruptura, la reconciliación y la última, la del distanciamiento de Don Benito y la fidelidad a la amistad de Doña Emilia que comienza a expresarse en estas líneas de diciembre de 1893:

Y V., ¿no experimenta también deseo de abrir su alma de artista, a alguien que no le envidie y que le entienda y le mire como cosa propia? Es posible que no; yo no me creo indispensable; nuestro carácter es distinto; V. se basta, por ser naturalmente reservado y porque gustó de la soledad antes que se la hiciesen grata las mil decepciones de este pícaro métier. Sea como sea: yo… le quiero mucho (no al métier sino a V.)”. (p. 205)

Este libro es, a su modo, también un homenaje a la figura de Galdós y una forma de celebrarlo en la intimidad de la lectura, que de nuevo se nos presenta como el acto que pese a todos los pesares nos hace libres, nos cuelga alas, nos lanza al vuelo.

Madrid, octubre de 2020

 

*Emilia Pardo Bazán, “Miquiño mío”. Cartas a Galdós, edición de Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández, Madrid, Turner Noema, tercera edición, 2020, pp. 231.

 

 

viernes, 25 de enero de 2019

Peregrina de Antonio Enrique Muñoz Monge


Peregrina de Antonio Enrique Muñoz Monge
Elegía y monumento a Flor Pucarina

Por Sylvia Miranda
Escritora y ensayista

Peregrina de Antonio Enrique Muñoz Monge
Portada de Peregrina
La portada de Peregrina trae el hermoso retrato –realizado por Bruno Portuguez- de una mujer andina, ataviada con su vestimenta tradicional, cuya mirada lejana está llena de serenidad, de orgullosa dignidad y de una actitud paradójicamente densa y pasajera, como para recordarnos que la belleza es algo que huye a la mirada y sin embargo perdura.

Aunque este retrato mítico es ya de por sí evocador, no advertimos todavía lo que nos depara este extraordinario libro del reconocido periodista Antonio Enrique Muñoz Monge; una novela que puede leerse al mismo tiempo como una biografía, intensa y apasionada, de la que fue en vida Leonor Chávez Rojas, más conocida por su nombre artístico, Flor Pucarina, llamada también la Faraona de la canción huanca, máximo exponente de la música andina. Este personaje mítico que vivió entre 1935 y 1987, nació en Pucará, un pequeño pueblo del Valle del Mantaro, en el seno de una familia modestísima y sin padre. Padeció todos los infortunios de nacer pobre, andina, bilingüe quechuahablante, mujer. Emigró a la capital donde encontró la marginación y el desprecio como tantos millones de andinos en su propio país. Pero su voz y su fraternidad, su destino de artista, la hizo recorrer todos los escenarios de sur a norte del territorio nacional llevando sus huaynos, mulisas, huaylarsh… para que cerca del final de su vida, se le abrieran también las puertas del gran Teatro Municipal de Lima, en diciembre de 1980.

Y mis huaynos, eso sí, no lo puedo dejar jamás, jamás, claro se sufre, te cholean, te basurean, cantas casi a escondidas, en las radios sólo se escuchan los huaynos a las tres, cuatro de la madrugada, pero es la vida de uno, no hay otra salida, qué haría sin cantar, cantar me da fuerza, da sentido a mí vida, me siento con ganas de vivir, además tengo mi público, mis amigos, mis conocidos, mis compadres, mis comadres, mis paisanos, son sinceros, yo sé que me quieren, yo también los quiero, los he llegado a querer, es mi mundo, mi vida, ay suerte, suerte, qué será de mi vida Dios mío.

Las letras de sus huaynos expresaban los sufrimientos del hombre y la mujer del ande frente al rechazo y marginalidad a la que los condenaba la ciudad letrada, Lima, tradicional y prejuiciosa. También hablaban sus canciones de una profunda tristeza personal que la acompañó toda la vida, de los pesares del amor, de la soledad de su camino. Sus compositores recreaban en sus letras las trágicas vivencias de esta mujer que tuvo que huir del maltrato y que si bien encontró un nuevo amor, nunca pudo plasmarse en una relación definitiva. Se refugió en el alcohol para aquietar sus penas y su anhelo imposible de ser madre. Sus letras dejaban percibir también un mundo rural, un entorno natural singular en el que como en la obra de Arguedas, las aves, los animales, las quebradas, los puquiales, las pircas forman el propio lugar mítico del origen.

Estoy muy triste en la vida / ¡malaya mi destino ayrampito! / cómo quisiera tomar chichita de tus flores / así podría beber el néctar del olvido, / desde muy joven en la vida, / amaba con el alma ayrampito / Tantas mentiras, tantos engaños / me han perdido / ya no quisiera amar a nadie en la vida…

En 1915, en Lima, el joven Juan Croniqueur, José Carlos Mariátegui, escribía un artículo sobre la sublevación del general Rumimaqui en el sur del país “El general Rumimaqui, que entre nosotros era sólo el mayor Teodomiro Gutiérrez, entre los indios es el inca, el restaurador, y otras cosas tremendas y trascendentales.”, intuyendo otro mundo, un mundo fastuoso a su manera, con sus principios y sus códigos, inconcebible para la impermeable Lima de su época. Del mismo modo, el libro de Antonio Muñoz nos deja esa sensación maravillosa de descubrir “otro mundo”, uno que corría paralelo al de la Lima formal, tradicional, un mundo andino presente y mayoritario en esos barrios peligrosos de la ciudad a los que no se iba, a La Parada, Yerbateros, Cerro San Cosme, El Agustino, Mercado central, La Victoria, Comas, “Chicago chico” en Surquillo…donde no sólo campeaba el robo, la insalubridad, el trabajo informal, sino que existía una vida fragorosa, de bares, asociaciones culturales, salas, el Coliseo Nacional, festivales, donde se cantaba, bailaba, celebraba el nuevo resurgir de la música andina en la capital, y al que asistían todos los que habían emigrado y añoraban su tierra. Junto a Flor Pucarina surgió una pléyade de grandes artistas como Pastorita Huaracina, Jilguero del Huascarán, Amanda Portales, Zorzal negro, Picaflor de los Andes, compositores y músicos de la talla de Zenobio Dagha o Emilio Alanya Carhuamaca y orquestas tradicionales como la Compañía Musical Catalina Huanca, la Compañía Ollanta, la Orquesta típica del maestro Luis Carhuay, etc.

porque todos los que hablan de ella, que suspiran y sienten por su voz y su presencia, tienen que ver con su existencia en esta tierra, con sus infinitas y desgarradoras canciones, con sus presentaciones en los coliseos, en los campos deportivos, en las carreteras, en los campamentos mineros, en los teatros, en los sindicatos,..

En una prosa que fluye paralela al fluir de la emoción narrativa, el autor, amigo y promotor artístico de Flor Pucarina, se une a ella y comparte con millones de andinos ese sentimiento reivindicativo de no aceptar ser menos en el propio país, un sentimiento de ilusión por el nuevo proceso que se está formando de autoreconocimiento en el que los artistas andinos se convierten en punto dinámico y aglutinante de un proceso que se siente como un despertar, como un júbilo, en la nueva babel en que se va convirtiendo Lima.

Flor Pucarina
Flor Pucarina
La Puca, como la llamaban cariñosamente sus cercanos, es un símbolo radiante de ese período porque sincretiza el dolor y la dignidad andinos junto a la alegría y belleza de su arte. Ella se preguntaba por esa enorme tristeza que le inundaba la vida, algo que le venía de más lejos ¿de dónde? Y ¿hasta cuándo? De mucho antes que su propia vida, un sentimiento que su sensibilidad de artista capta, siente, reproduce, comunica en el laberinto de nuestra historia.

Si hay algo que apasiona del libro es la postura que asume la voz del narrador, es una voz afirmativa, que narra con ilusión y pasión esta experiencia de vida junto a Flor Pucarina y a tantos grandes artistas y amigos con los que lograron sacar la revista Coliseo, testimonio de su época que se inserta físicamente en la ciudad letrada. Antonio Muñoz es parte de esos hombres y mujeres que tendieron los puentes que conformarán al artista peruano contemporáneo - haciendo referencia al imprescindible estudio de Luis Rebaza Soraluz - y que por ese mismo hecho, puede ahora narrarnos esta historia, con gran lujo de detalles, de anécdotas, interlocutores, de fechas y lugares, insuflando nueva vida a sus recuerdos.

La novela nos lleva junto a Flor Pucarina, junto a su carácter fraternal y orgullosamente femenino, por la geografía peruana, sobre todo andina, por las múltiples peregrinaciones religiosas donde oraba y cantaba, caminatas que demandan un esfuerzo físico y moral frente a un territorio que nos reta y nos seduce con su prístina naturaleza.

Caballeríaaa, caballeríaaa, al cerroo, al cerrooo, viene caballeríaaa, caballeríaaa.” Son las voces repetidas y broncas de los arrieros, dueños de los animales, que bajan corriendo a pie, llevando del cabestro a las mulas madrinas, que encabezan las recuas, durante todo el día y la noche, durante una semana, diez días que dura la Peregrinación al Señor de Cachuy. Detrás, adolorido y nervioso, cabalgando otra mula, abrazado del cogote, retorno ansioso, el camino es difícil, pedregoso, rodeado de abismos.

Este libro es, desde el punto de vista emocional, una elegía a Flor Pucarina, escrito desde el recuerdo, desde la nostalgia, desde el dolor de la pérdida. Por otro lado, como ya vaticinara Víctor Hugo, “la gran obra de la humanidad ya no se construirá, se imprimirá.” Así, Peregrina, es un verdadero monumento, como también apunta el reconocido periodista Raúl Vargas Vega en la excelente presentación que acompaña este libro sobre esta artista peruana que en su vida y arte siempre tomó partido por la esperanza de un mundo pluricultural peruano. Cuenta Antonio Muñoz que Flor Pucarina siempre solía decirse cuando soñaba o anhelaba, “¿Por qué no?” Efectivamente, lo mejor es posible.
Madrid, enero 2019

Peregrina
Antonio Muñoz Monge
Lima: Editorial Lancom, 2018



viernes, 21 de diciembre de 2018

Revista ómnibus n. 59

Revista ómnibus n. 59


Queridos amigos:
En este número 59 (diciembre 2018), os ofrecemos el siguiente contenido.

En nuestra sección de literatura:
La membrana del ala, selección de poetas uruguayas por Silvia Guerra y Claudia Magliano.
Artículos críticos de Isabel Castro, Consuelo Triviño, Pedro García Cueto, Sylvia Miranda y Anabelle Aguilar.

En creación literaria, hemos seleccionado poemas de Gerardo Miranda, TS Hidalgo, Ana Romano y Alfredo Vento, y relatos de Domingo Alberto Martínez y Daniel Estefan Berrio .

Muchas gracias por seguirnos en esta aventura cultural.
Consejo Editor de Ómnibus.
revista ómnibus n, 59

lunes, 15 de enero de 2018

La mujer que se pintó la cara de duelo

LA MUJER QUE SE PINTÓ LA CARA DE DUELO DE ALEJANDRO ALZATE

Por Sylvia Miranda
Escritora y ensayista peruana


Texto de presentación del libro en el Centro de Arte Moderno de Madrid:

La mujer que se pintó la cara de duelo
Portada
Además del interesante prólogo de Karla Marrufo  y la esclarecedora nota del autor que centran la lectura, La mujer que se pintó la cara de duelo se abre con la imagen fotográfica de un paisaje, una alameda cuyos árboles invernales circunscriben un camino largo hacia la luz de lo que imaginamos la caída de una tarde frente al mar. Esta imagen nos pone en antecedentes sobre el tono general con que empieza la obra. La acompaña un primer texto poético “Balada para un atardecer anónimo”, donde el poeta se sustancia con esta visión crepuscular desde su ser más íntimo, su “corazón sangre gris”, incorporándose a ese escenario de “sombras extrañas”, oscuridades marinas, “letanías distantes”; de esta forma amplía y detalla la imagen que le antecede. Esta sensación onda, desolada, inunda buena parte del libro. En este sentido, Marrufo propone una lectura desde lo que llama el “tiempo muerto”, es decir, desde la pérdida de un deseo truncado.
Al adentrarme en la lectura tenía la sensación ambivalente de frustración y esperanza, como si fueran las dos caras de una moneda de este discurso que se desarrolla como una constelación de instantes. La esperanza no está, sin embargo, en la posibilidad de vencer lo que hace oscura la vida y el mundo, sino en la propia voz del poeta, en su carácter joven y primero, así como en su tenaz oposición a condescender en silencio con ese entorno de oscuridad. Su palabra, la que transporta su voz, es lo que abre una rendija de luz en esa densa pared del mundo.
En este primer texto, queda expresado en la persecución de esa: “alargada sombra de tus pasos; preclaro evangelio de éxtasis bendito” en el que mezcla la predicación romántica y barroca con la expresión bíblica. Esta prosa, junto a la fotografía que abre el libro, nos va dando pautas sobre las estructuras estéticas y significativas de la obra, que va de lo crepuscular a lo solar, y de la opción de vivir el mundo como “cárcel o paraíso”, del que nos habla el propio autor en su nota introductoria.
Quiero referirme también a la imagen del pájaro que surca el crepúsculo de esta primera prosa y que aparecerá en el siguiente texto: “Transmigración”, bajo las formas del alcaraván y el sinsonte, dos aves de las tierras cálidas. El primero conocido como gran cazador nocturno y el segundo apreciado por su maravilloso canto. El simbolismo del ave contiene una gran fuerza, su vuelo lo presenta como un intermediario entre el cielo y la tierra, entre los dioses y los hombres, simboliza asimismo los estados espirituales. Así transmigrar significa pasar de un país a otro, pero también el paso del alma de un cuerpo a otro para las creencias védicas. En este texto nocturno, el alcaraván será capaz de superar el canto de los ángeles al mismo tiempo que hace replicar las campanas, en ese su tránsito comunicativo entre lo celeste y lo terrestre, pero también superará al afamado sinsonte y a la voz del propio poeta, para terminar transformándose progresivamente en barro sagrado y en luz de luciérnaga estallada en estrella, parafraseando el texto. De nuevo encontramos el trazo de ese camino desde la oscuridad a la luz como eje del poema, sustentado en los temas bíblicos de los coros celestiales y del barro sagrado.
La metáfora es uno de los recursos, junto con la anáfora, que más le sirven al poeta para expresar ese proceso de transformaciones, en algunos casos positivo, hacia la luz, en otros simplemente como forma de mostrar, a través de sus imágenes, las ficciones, los espejismos, las dualidades, la complejidad de una existencia que se debate entre la pérdida de la infancia en un paisaje que podría haber sido la prefiguración del paraíso y la violenta realidad, o entre el olvido y el persistente recuerdo de los primeros amores.  La mujer que se pintó la cara de duelo, se configura desde este punto de vista como un libro de iniciación, que trasunta toda la frescura y la emoción de lo inédito, con esa prístina sinceridad que me trae al recuerdo un verso del querido poeta Wáshington Delgado, “Yo soy la juventud la fuerza del corazón…”.
Alejandro Alzate
A través de la creación de estos procesos inventivos de comprensión y construcción del mundo, bajo una forma sintética o como el mismo autor indica “tomando como base la brevedad de los hipertextos digitales”, que es una estructura que se alía inconscientemente al antiguo tópico de la fugacidad del tiempo, Alejandro Alzate logra hacer de un objeto tan cotidiano como las sábanas, todo un símbolo de transformación que le permite llegar a sintetizar tres realidades aparentemente distantes o separadas y sin embargo concomitantes: los sufrimientos de la historia humana, el enfrentamiento erótico y la violencia social y política.  Así en “Las batallas”, aquellas sábanas que han acogido los sudores y ahora se han transformado en extensas montañas, en paisaje, nos llevan de forma muy subliminal a la imagen del santo sudario, y con él a todo el pasado, a todo lo muerto con dolor en la historia de la humanidad y que el poeta visualiza, concretiza, en la figura de la montaña, petrificada delante de nosotros y aparentemente indescifrable, testigo mudo de las batallas del pasado. Las sábanas hacen también alusión al lecho de los amantes, al amor erótico concebido muchas veces como una batalla, una representación para alcanzar un “efímero trofeo”. La última batalla, aunque más concreta, no está exenta de metáforas, es la violencia de la guerra, donde las sábanas son “atavío imperial” del vencedor y a la vez   pañuelos de los vencidos.
 “La mujer que se pintó la cara de duelo” prosa que da título al libro, lleva una dedicatoria que dice: “A las mujeres víctimas del conflicto armado que lo perdieron todo.” Esta dedicatoria nos predispone significativamente frente al texto. El poeta hace referencia directa al conflicto armando, al que denominará en el texto: “nuestra violencia sin trazas”.  Las mujeres de su tierra son para él el símbolo del dolor de esta violencia, ve configurarse en sus ojos, que son su alma, la herida abierta y la desolación que les pinta el rostro con el recuerdo de sus muertos, pero también la sabiduría congénita de los que conocen el tiempo antiguo, de los que descifran el pasado y el porvenir. El libro gira alrededor de este poema, los otros textos poéticos aparecen como una consecuencia de este sentimiento central de dolor que lo contamina todo. En “Patria mía”, por ejemplo, hay un deseo de cantar a la naturaleza prodigiosa del país, sin embargo, la tensión, el miedo son parte del paisaje; en “Súplica”, pide al Tiempo ver la vejez de sus ancestros, pero también poder extender por una noche, como si fuera una eternidad, ese espacio de luz y de belleza profundas, simbolizadas en la estrella y el mar, le pide, en definitiva, no traicionar la poesía, en un poema de gran aliento borgeano.
Hacia el final del libro hay una serie de prosas que tratan sobre el amor y sus apariencias, sobre el olvido y la permanencia. En tono muchas veces lúdico como en “Yo quiero” y otras más irónico como en “Voy a pedirte” o “Me preguntaste”, expresa la complejidad de los primeros amores, su profunda impronta y su fugacidad. 
El poema que cierra el libro, “Mar de cristal”, es un canto de fe a la magia de lo poético, a la anáfora y a la metáfora, que maneja con maravillosa destreza, donde el Mar de cristal es también la imagen del cielo, volviendo a unir así, como en otras partes, lo terrestre y lo celeste. La mujer que se pintó la cara de duelo tiene la suerte de ser vista por un joven poeta que es capaz de declarar sin empacho y en la plenitud de sus días, que “el ronco cantar de los fusiles cae rendido ante la jugosa ruta del durazno” y que sabe que la luciérnaga nocturna estalla para convertirse definitivamente en estrella.

Madrid, diciembre 2017.

viernes, 27 de enero de 2017

Poetas peruanos en el CAM-Madrid

Lectura de los poetas peruanos
Johnny Barbieri
Teófilo Villacorta
Sylvia Miranda

Jueves 2 de febrero de 2017 | 20:00 h
C/Galileo, 52 | 28015 Madrid | España | 914298363

Entrada libre y gratuita hasta completar aforo

johnny barbieri
Johnny Barbieri (Lima, Perú, 1966). Ganador del premio Nacional de Educación HORACIO 2003 y el premio de poesía Taiwán 2011. Fundador del grupo poético Noble katerba (1990) y el grupo nihilista La Mano Anarka (1995). Estudió Lengua y Literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal y Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha participado en Encuentros Internacionales de Poesía en Perú, Chile, Cuba, México, Colombia, Argentina y Bolivia.
Su obra comprende: Branda (1993), El Libro azul (1996), MAKA (1999), Jugando a ser Dios (2000), Carne de mi carne (2002), La Virgen negra (2003), Libro Hindú (2005), Yo es otro (2007), La Edad de oro (2010, cuentos) Corazón de abril (2011), Pampa de perros (2012, novela), Rotos todos los cabos (2013, antología poética) Bandera de herejes (2015) y El Cabaret verde (2016, cuentos). Hizo una Maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Teófilo Villacorta Cahuide
Teófilo Villacorta Cahuide (Aija – Ancash, 1966). Artista polifacético que ha optado por incursionar en terrenos diversos, como la plástica, la poesía y la narrativa. Estudió en la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú (Lima) y en la Escuela Superior de Formación Artística de Ancash. Como artista ha expuesto sus obras en diferentes lugares del Perú y del extranjero.
En el 2007 obtiene el Tercer Premio Nacional de Poesía “Escribas Muchik”, el 2009 el Segundo Premio Nacional de Novela Corta “Premio Horacio 2009” y el 2010 el Primer Premio Nacional de Cuento “Horacio 2010”.
Reside en la localidad de Huarmey y se desempeña como profesor de Artes Plásticas.

Sylvia Miranda

Sylvia Miranda (Lima, 1966) es poeta, escritora y doctora en Filología por la Universidad Complutense de Madrid. Sus investigaciones versan sobre el imaginario urbano y la poesía de la vanguardia histórica peruana. Escribe artículos de crítica literaria y de artes plásticas en revistas especializadas. Ha traducido Momentos marroquíes de la poeta brasileña Astrid Cabral, versión on-line. Tiene varios poemarios publicados en español y en francés, una novela, un libro de relatos, y ensayos sobre la poesía de E. A. Westphalen y Carlos Oquendo de Amat. Ha recibido el Premio Tomás Luis de Victoria de Poesía (Salamanca, 1994); el Premio Novela Corta del Banco de Reserva del Perú (edición 1996), así como el Premio Extraordinario de Tesis doctoral (UCM, curso 2006/2007). Su más reciente publicación es el poemario Tiempo de sol (Madrid, 2014), donde reúne parte de su obra poética de los últimos años.



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viernes, 6 de enero de 2017

Poeta Domingo de Ramos en Madrid

El poeta peruano Domingo de Ramos concluye en Madrid una gira de dos meses y medio por varios países europeos (Finlandia, Estonia, Italia, Alemania, Dinamarca, Francia) con un recital en el Centro de Arte Moderno. Es la oportunidad para de poder escuchar de viva voz su poesía y conversar con él sobre su obra.
Centro de Arte Moderno
C/Galileo, 52 | 28015 Madrid | España
34 914298363
Jueves 12 de enero de 2017, 20:00 h
Entrada libre y gratuita hasta completar aforo
Presentación a cargo de Sylvia Miranda


Domingo de Ramos. (Ica-Perú, 1960) Poeta co-fundador del Movimiento Kloaka (1982-1984). Estudió Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los libros: Poemas, 1986; Arquitectura del espanto, 1988; Pastor de perros, 1993; Luna cerrada, 1995; Ósmosis, 1996 (Premio COPE de Poesía Petroperú); Las cenizas de Altamira, 1999; Erótika de Klase, 2004 (Premio de Poesía Erótica "Carlos Oquendo de Amat"); Pastor de perros (Antología), 2006; Dorada Apocalipsis, 2008; Demolido Fuego, 2010; Cartas desde la azotea,2011; y Lima Pop (Edición Bilingüe italiano- español), 2012. Asimismo, es autor de los Cd´s multimedia Pastor de perros Vol.1 y Erótika de Klase Vol.2. Poemas suyos han sido recogidos en diversas muestras nacionales e internacionales: Sydamerikas sjael,Rune Stefansson 1998, Dinamarca. El bosque de los huesos 2003. El tucán de Virginia, México. La mitad del cuerpo sonríe, Fondo de Cultura Económica 2005, México. Caudal de piedras, UNAM 2005. Poesía Perú - Ecuador 2009. Viaja en 1996 a Europa y lee en España, Francia y Finlandia, en la Universidad de Helsinski. En 1998 participo en el Encuentro "Poetas del Mundo" organizado por la Universidad de Lima. En el 2004, es invitado al Cuarto Congreso de Peruanistas realizado en Sevilla, España. En el 2006, asistió al Primer Congreso de Poesía Peruana (1980-2006) en Madrid y fue invitado a leer en Bilbao y Salamanca. En el 2007 participa en el encuentro Chile-poesía, en Santiago de Chile. Su último viaje fue a fines del 2008, iniciando una gira internacional, en donde asistió al Encuentro Internacional de Escritores en México Monterrey y luego a la ciudad de Boston, leyendo en las universidades de Tufts, Harvard, Nueva York, DePaul University de Chicago, Temple de Filadelfia y finalmente en el Festival Latinale de Berlín-Alemania organizado por el Instituto Cervantes de esa ciudad y de Bremen. En 2012 participó en el I Festival Internacional de Poesía de Lima.Es invitado regularmente a las Ferias de Libro al interior del Perú desde 1986. En 2011 fue elegido Jurado para el Premio Internacional Bienal de Poesía COPE 2011 auspiciado por Petroperú en representación del Ministerio de Cultura del Perú. En el 2014 publica su obra reunida “In-sufrido fuego” Poesía Reunida (1988-2011) editado por el Fondo Editorial del Congreso del Perú. Actualmente realiza una gira poética por el continente europeo.


Sylvia Miranda (Lima, 1966) es poeta, escritora y doctora en Filología por la Universidad Complutense de Madrid. Sus investigaciones versan sobre el imaginario urbano y la poesía de la vanguardia histórica peruana. Escribe artículos de crítica literaria y de artes plásticas en revistas especializadas. Ha traducido Momentos marroquíes de la poeta brasileña Astrid Cabral, versión on-line. Tiene varios poemarios publicados en español y en francés, una novela, un libro de relatos, y ensayos sobre la poesía de E. A. Westphalen y Carlos Oquendo de Amat. Ha recibido el Premio Tomás Luis de Victoria de Poesía (Salamanca, 1994); el Premio Novela Corta del Banco de Reserva del Perú (edición 1996), así como el Premio Extraordinario de Tesis doctoral (UCM, curso 2006/2007). Su más reciente publicación es el poemario Tiempo de sol (Madrid, 2014), donde reúne parte de su obra poética de los últimos años.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Presentación antología poética de Carmen Ollé

 Presentación-Lectura  de la Antología poética de 

Carmen Ollé

Después de todo, la noche…/ Après tout, la nuit…

(edición bilingüe)

Jueves 10 de noviembre, 20:00 h.
Centro de Arte Moderno | C/Galileo, 52, 28015 Madrid

Entrada libre y gratuita hasta completar aforo

Participan
Nicole Bajon (traductora)
Sylvia Miranda (poeta y traductora)
Carmen Ollé (presencia de la autora por video conferencia)

Carmen Ollé

“ (…)En la Gare du Nord cerré los ojos muy fuerte.Vi París después de un viaje largamente sentadaen la butaca del ferrocarril con la pequeña en brazosy la torre Eiffel partida por la niebla.¿Qué son los Campos Elíseos o la Gioconda sino el ménagedelegado a las jóvenes muchachas del Tercer mundo?Lavar pisosrefregar las estrellas. (…)”

“(…) À la gare du Nord j’ai fermé les yeux très fort.J’ai vu Paris après un long voyage assisesur le siège du train avec ma petite dans les braset la tour Eiffel coupée en deux par la brume.Que sont les Champs-Élysées et la Joconde sinon le mobilierdestiné aux jeunes filles du Tiers monde ?Nettoyer des appartementslustrer les étoiles. (…)”

Carmen Ollé (Lima, 1947) es poeta, narradora, ensayista, licenciada en literatura por la Universidad Mayor de San Marcos e integrante del movimiento literario peruano Hora Zero. Fue profesora en la Universidad Enrique Guzmán y Valle, y desde hace más de veinte años dirige talleres literarios. En 1981 apareció en Lima su primer libro de poemas Noches de adrenalina que causó revuelo en los ambientes literarios peruanos y que pronto se convirtió en un libro mítico, considerado punta de lanza de una nueva generación de mujeres poetas en Hispanoamérica. Ha publicado varias novelas, libros de relatos y, recientemente, la obra dramática Tres piezas Noh (2014).
Después de todo, la noche…/ Après tout, la nuit…(Arles, Les Arêtes Editions, 2016) es una Antología, en coordinación con la autora, que recoge una selección de sus tres primeros libros de poesía, en edición bilingüe, siendo la primera traducción en libro de la poesía de Carmen Ollé al francés.
Carmen Ollé ha recibido múltiples reconocimientos a su trayectoria literaria, siendo los últimos el homenaje que le brindó la Feria del libro de Lima en 2014 y el importante Premio de la Casa de la Cultura Peruana por el conjunto de su obra en 2015.

Nicole Bajon (Vendôme, 1945) es licenciada en letras españolas, profesora de español, ha realizado un DEA en civilización hispanoamericana y ha colaborado activamente en varias asociaciones como France-Amérique Latine organizando festivales de música vernácula y dedicándose a la traducción literaria y técnica. Apasionada por las civilizaciones pre-colombinas y, en particular andinas, se ha interesado asimismo por el arte, la arquitectura y el espíritu de estos pueblos y por su influencia en el pensamiento moderno. Sus viajes por América Latina han favorecido su conocimiento de las múltiples facetas de estas sociedades y de su gran riqueza humana y cultural.

Sylvia Miranda (Lima, 1966) es poeta, escritora y doctora en Filología por la Universidad Complutense de Madrid. Sus investigaciones versan sobre el imaginario urbano y la poesía de la vanguardia histórica peruana. Escribe artículos de crítica literaria y de artes plásticas en revistas especializadas. Ha traducido Momentos marroquíes de la poeta brasileña Astrid Cabral, versión on-line. Tiene varios poemarios publicados en español y en francés, una novela, un libro de relatos, y ensayos sobre la poesía de E. A. Westphalen y Carlos Oquendo de Amat. Ha recibido el Premio Tomás Luis de Victoria de Poesía (Salamanca, 1994); el Premio Novela Corta del Banco de Reserva del Perú (edición 1996), así como el Premio Extraordinario de Tesis doctoral (UCM, curso 2006/2007). Su más reciente publicación es el poemario Tiempo de sol (Madrid, 2014), donde reúne parte de su obra poética de los últimos años.